En una rueda de prensa convocada para explicar los detalles del asesinato de dos guardias civiles y un intérprete en Afganistán, el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba ha confirmado que tras el suceso "un grupo de afganos se acercó a la base donde fueron repelidos por el ejército y policía afganos". De este modo, corregía a las primeras fuentes gubernamentales que negaban cualquier tipo de incidente y hablaban únicamente de que los afganos se acercaron a las instalaciones a "interesarse" por lo ocurrido.
En un primer momento, fuentes gubernamentales explicaron que no eran 2000 las personas que se manifestaron frente a la base de Qala i Naw, en la provincia afgana de Badghi, sino tan sólo 200.
Según estas fuentes, unos doscientos civiles se acercaron a la base donde los guardias civiles imparten cursos de formación a la policía afgana para interesarse por lo ocurrido al escuchar el tiroteo. Insistieron en que en ningún momento los civiles intentaron tomar la base y que éstos fueron informados por la megafonía de la situación ocurrida. Los concentrados reclamaron el cadáver del policía afgano y, en estos momentos, un juez de este país se encuentra en el interior de la base para autorizar la entrega del mismo.
Sin embargo, los vídeos y las informaciones de las agencias de noticias negaron esta información y mostraban a los manifestantes asaltando la base española. Por ello, Rubalcaba tuvo que desmentir horas después esta primera información facilitada por fuentes del Ejecutivo.