L D (EFE) José Ramón Regnault, alcalde de Carúpano, bajo cuya jurisdicción está el aeropuerto, dijo a los periodistas que la ocupación de la terminal aérea por soldados de la Guardia Nacional (GN, policía militarizada) se llevó a cabo sin incidentes. "Deploramos que en una democracia sea ésta la forma que se imponga", dijo Regnault, y agregó que cualquier transferencia del aeropuerto "debe pasar por un proceso administrativo previo".
Además de negarle a PDVSA el uso de ese aeropuerto, Chávez acusó el domingo al gobernador de Sucre, Ramón Martínez, de pretender no entregar ese cargo (que obtuvo hace cuatro años como candidato chavista) si ganase el gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las elecciones del próximo 23 de noviembre. Martínez negó que pretenda desconocer los resultados de las elecciones y recordó que, además, las encuestas dan a la candidatura de oposición a Chávez una ventaja de más de 15 puntos porcentuales.
En declaraciones a la emisora caraqueña Unión Radio, Martínez dijo no obstante que en caso de un triunfo del PSUV, entregará el cargo al vencedor, y pidió a Chávez no utilizar las Fuerzas Armadas "porque no hay necesidad de derramar sangre". "Yo no voy a mover ni siquiera una pistola de agua; lo que voy a hacer es respetar la voluntad del pueblo del estado Sucre", reiteró.
Chávez ha denunciado que la oposición pretende ganar gobiernos regionales y alcaldías para acumular fuerzas "contrarevolucionarias" e iniciar en 2009 una crisis como la que derivó en el golpe de estado que llevó a su derrocamiento por dos días en abril de 2002.
En otro mitin del PSUV en el estado de Carabobo, Chávez dijo el domingo que quizá termine "sacando los tanques" si gana allí la oposición, en su segunda amenaza de recurrir a los militares.
El 25 de octubre, dijo que consideraría un "plan militar" si la Alcaldía de Maracaibo, capital de Zulia, era ganada por el líder opositor y actual gobernador de ese estado, Manuel Rosales, a quien derrotó en las elecciones que en diciembre de 2006 definieron su continuidad en el poder hasta 2013.
Los venezolanos están llamados a las urnas para elegir al nuevo gobernador en los 22 estados del país, 20 de ellos ganados hace cuatro años por candidatos de Chávez, además de 328 alcaldes y 233 legisladores provinciales, la mayoría ahora afines al Gobierno.
Además de negarle a PDVSA el uso de ese aeropuerto, Chávez acusó el domingo al gobernador de Sucre, Ramón Martínez, de pretender no entregar ese cargo (que obtuvo hace cuatro años como candidato chavista) si ganase el gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las elecciones del próximo 23 de noviembre. Martínez negó que pretenda desconocer los resultados de las elecciones y recordó que, además, las encuestas dan a la candidatura de oposición a Chávez una ventaja de más de 15 puntos porcentuales.
En declaraciones a la emisora caraqueña Unión Radio, Martínez dijo no obstante que en caso de un triunfo del PSUV, entregará el cargo al vencedor, y pidió a Chávez no utilizar las Fuerzas Armadas "porque no hay necesidad de derramar sangre". "Yo no voy a mover ni siquiera una pistola de agua; lo que voy a hacer es respetar la voluntad del pueblo del estado Sucre", reiteró.
Chávez ha denunciado que la oposición pretende ganar gobiernos regionales y alcaldías para acumular fuerzas "contrarevolucionarias" e iniciar en 2009 una crisis como la que derivó en el golpe de estado que llevó a su derrocamiento por dos días en abril de 2002.
En otro mitin del PSUV en el estado de Carabobo, Chávez dijo el domingo que quizá termine "sacando los tanques" si gana allí la oposición, en su segunda amenaza de recurrir a los militares.
El 25 de octubre, dijo que consideraría un "plan militar" si la Alcaldía de Maracaibo, capital de Zulia, era ganada por el líder opositor y actual gobernador de ese estado, Manuel Rosales, a quien derrotó en las elecciones que en diciembre de 2006 definieron su continuidad en el poder hasta 2013.
Los venezolanos están llamados a las urnas para elegir al nuevo gobernador en los 22 estados del país, 20 de ellos ganados hace cuatro años por candidatos de Chávez, además de 328 alcaldes y 233 legisladores provinciales, la mayoría ahora afines al Gobierno.