Haidar se encontraba, según el diario, en Sevilla. Iba de camino a Estados Unidos para recoger el premio Coraje, pero tenía pensado entrevistarse antes con líderes de los movimientos de apoyo al Sáhara en Andalucía. Pero una llamada desde Marruecos la informa de que gran parte de los por saharauis que como ella defienden la independencia del Sáhara habían sido detenidos.
Es entonces cuando Haidar y los representantes de la causa del Sáhara en Andalucía solicitan una entrevista con José Chamizo, defensor del pueblo andaluz. Cuando la entrevista tiene lugar tanto éste como uno de sus adjuntos, Luis Pizarro, le prometen trasladar lo ocurrido en Marruecos a Enrique Múgica, el Defensor del Pueblo español.
La intención de Haidar y los demás representantes de la causa saharaui es que se conozca la renovada ansia represora de Marruecos y Mohamed VI, a partir del acercamiento de su régimen a un nuevo sector saharaui escindido del Frente Polisario actual que sí acepta la resolución del conflicto con el establecimiento de una autonomía en el Sáhara.
Fue ya en esa reunión cuando se produjo, según El Mundo, una suerte de advertencia premonitoria de lo que pasaría después. La propia Haidar y los activistas advirtieron que "lo más importante es que tenemos que estar atentos porque cuando Aminatu vuelva de Estados Unidos seguro que la detienen en cuanto pise suelo marroquí y la encarcelan, con una pena de cadena perpetua, como al resto de sus compañeros.
Finalmente esto no se produjo, pero a su regreso de EEUU y una vez recogido el premio, Haidar regresó el 13 de noviembre y, como era de esperar, la policía marroquí la estaba esperando en el aeropuerto. Pero no fue encarcelada , sino expulsada de Marruecos y llevada a España.
Pese a que anteriormente Haidar había conseguido entrar en el país sin especificar su nacionalidad, ahora se consideró motivo de traición. El resto de los acontecimientos son sobradamente conocidos.