La embajada de España en Caracas así como el consulado han sido "barridos" esta semana totalmente por diez agentes del CNI que durante tres días registraron hasta el último rincón de las instalaciones, desde el despacho del embajador hasta la cocina.
Según informa El Mundo, los agentes habrían ido de forma rutinaria aunque las sospechas saltaron ante unos técnicos de comunicaciones con acento cubano de la empresa estatal venezolana de CAN TV, que alguna vez se han encargado del mantenimiento de las líneas telefónicas.
El objetivo de esta inspección exhaustiva es la localización de micrófonos ocultos y evitar escuchas telefónicas y posibles filtraciones a los servicios de inteligencia de Cuba y Venezuela.
De hecho, ya en 2005 el Centro Nacional de Inteligencia abortó un intento de espionaje al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en un hotel de Caracas donde mantenía una reunión con la oposición venezolana. En esa ocasión hallaron un micrófono bajo el mantel de la mesa.