LD (Agencias) El juicio, que concitó gran atención mediática internacional, comenzó este viernes nueve horas después de lo previsto en un tribunal de La Habana al que no tuvo acceso la prensa. Gorki fue juzgado por “desobediencia” en vez de la inicial acusación de “peligrosidad social” que se le había hecho. “Ese cambio de medida fue momentos antes de yo llegar al tribunal”, dijo Águila a periodistas en su casa, adonde fue escoltado por policías al terminar el proceso.
El músico, que permaneció cuatro días detenido y dos de ellos incomunicado, dijo poco antes de ser trasladado al tribunal que le tomaron una “nueva declaración” y le informaron de “que le habían cambiado el delito”.
En su opinión, se trataba de darle “una lección” para “silenciar” a su grupo y su música, y añadió que, a pesar de la “repercusión” del caso, estaba seguro de que “no lo iban a absolver”. “Yo no soy un político, simplemente soy un artista, me proyecto como tal (...) he criticado lo que me ha molestado”, precisó Gorki, de 39 años, cuyo polémico repertorio igual se burla del dictador cubano, Fidel Castro, que utiliza el sexo como bandera.
“Yo no hablo en nombre de un pueblo, ni nada de eso. Yo hablo en nombre mío. Siempre he hablado en nombre mío y las canciones de nosotros, si las escuchan, están escritas en primera persona”, agregó.
El líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, uno de los observadores que presenció el juicio, definió el proceso como “irregular” y “una farsa judicial” porque no tuvo “las debidas garantías procesales”.
Sánchez, a quien el padre del músico contactó en busca de ayuda, declaró a periodistas que el denunciante de Gorki fue un oficial de la policía, los testigos otro agente policial y la presidenta de un Comité de Defensa de la Revolución del barrio del músico. La acusación de “desobediencia”, añadió el disidente Sánchez, se basó en supuestas molestias causadas por los ensayos de la banda.
Resaltó que el cambio de cargos se debió “evidentemente” a “otra decisión política”, porque aunque el proceso transcurrió con “la apariencia de procedimiento común”, tuvo una “naturaleza política”. “La motivación es enteramente política. Le han encarcelado, le han mantenido cuatro días en esta estación de policía bajo condiciones infrahumanas, simplemente por la letra de sus canciones”, indicó Sánchez. Añadió que “quien ha cometido un delito aquí es el Gobierno de Cuba y las autoridades en general al encarcelarle”.
“Él ha actuado dentro de los límites de la libertad de creación artística. Si el Gobierno está furioso por la letra de sus canciones, pues debiera demandarle, pero no inventar un proceso de supuesta peligrosidad ni de desobediencia”, dijo Sánchez. El artista reconoció, sin embargo, que las letras de Porno para Ricardo podían llegar a ser “fuertes” e “irrespetuosas”.