La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, explicó que las nuevas medidas incluyen protocolos de seguridad "más flexibles", pues no se basarán en la nacionalidad o el pasaporte sino en características reunidas por los servicios de inteligencia, lo que reduce significativamente el número de pasajeros que tendrán que someterse a controles adicionales.
No obstante, las nuevas normas se aplicarán a "todos los que viajan a Estados Unidos", sin distinción, indicó. "Estas nuevas medidas utilizan en tiempo real información de inteligencia basada en amenazas junto con otros múltiples y aleatorios controles de seguridad, algunos de los cuales son visibles y otros no para el pasajero, para prevenir de manera más eficaz amenazas terroristas", señaló Napolitano.
Esos nuevos controles han sido implantados después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenara una revisión completa de las medidas de seguridad aérea. Las medidas que pone en marcha el Departamento de Seguridad Nacional, junto con la Administración para la Seguridad del Transporte (TSA), son un paso más en la escalada de seguridad que el Gobierno quiere imponer para evitar que se repitan incidentes como el del Día de Navidad, cuando un nigeriano consiguió embarcarse en Amsterdam rumbo a Detroit cargado con explosivos.
Entonces, Estados Unidos ordenó controles aleatorios a todos los viajeros, y procedimientos especiales y obligatorios para todos los que procedan de 14 países, entre ellos los que figuran en la lista del Departamento de Estado como patrocinadores del terrorismo -Cuba Irán, Sudán y Siria-, además de Afganistán, Argelia, Irak, Líbano, Libia, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudí, Somalia y Yemen.
Por órdenes de la TSA, todo pasajero procedente de esos 14 países tenía que pasar por el escáner de cuerpo entero, un registro corporal y una revisión exhaustiva de su equipaje de mano. Las listas negras y de alerta de pasajeros sospechosos de terrorismo permanecerán en vigor.
Pero ahora, Estados Unidos completará estos datos con información cruzada sobre otros pasajeros que podrían requerir un control más estricto. Un pasajero podría tener que someterse a controles adicionales si sus características coinciden con la información sobre sospechosos de terrorismo reunida por los servicios de inteligencia.
Para ello se tendrá en cuenta "información fragmentada", como parte de los rasgos físicos, de los nombres o apellidos, la edad, los itinerarios o patrones de viajes, la nacionalidad o datos del pasaporte, pero el Departamento de Seguridad Nacional insiste en que no se trata de discriminación racial.
Un funcionario citado por la cadena CNN dijo que factores como la raza o la religión pueden formar parte de esa información parcial empleada en los controles de seguridad, pero solamente se usarán si existen indicios razonables de que alguien con estas características es un potencial terrorista.
Los servicios de inteligencia estadounidenses determinarán, basándose en la información sobre amenazas, las características por las que se deben seleccionar a pasajeros para un control más exhaustivo.
Estados Unidos considera que el caso del estadounidense David Headley es un buen ejemplo de que la información parcial puede servir para frenar a un potencial terrorista. El mes pasado, Headley se declaró culpable de participar en los ataques terroristas de Bombay (India) de 2008 y atentar contra el diario danés que publicó unas caricaturas de Mahoma, tras ser detenido en el aeropuerto internacional de O'Hare (Chicago) con información parcial sobre sus características.
TRAS LOS ÚLTIMOS FALLOS
EEUU endurecerá aún más los controles de seguridad en los aeropuertos
El Gobierno de Estados Unidos anunció este viernes nuevas medidas de seguridad para los vuelos internacionales que aterricen en su territorio, que sustituyen a las adaptadas tras el fallido atentado de Navidad y se centran en el "perfil" de los pasajeros.
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