LD (EFE) El disidente y economista cubano, Oscar Espinosa Chepe –uno de los 75 opositores detenidos en la ola represiva conocida como "Primavera negra" de 2003–, declaró que la posible visita del presidente José Luis Rodríguez Zapatero a Cuba "sería muy positiva si hubiera una respuesta por parte del Gobierno cubano en el sentido de liberar a los presos pacíficos y de conciencia, y de respetar los derechos humanos". Agregó que "si fuera así, bienvenida la visita; pero, si no, no tiene sentido", porque "en la práctica sería un respaldo al totalitarismo".
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunció el martes en Madrid que Zapatero aceptó la invitación del heredero del régimen, Raúl Castro. Sin embargo, horas después el jefe del Gobierno matizó que su viaje es un "proyecto" y que ya verá "si se consuma".
Prisiones llenas
Por su parte, la líder de la "Agenda para la transición", Marta Beatriz Roque, dijo que "indiscutiblemente cualquier liberación de presos políticos, cualquier cosa que signifique la libertad de los presos o el cese de la represión, sería bienvenido". Lamenta que la visita sea "parte de la política de espaldarazo del Gobierno español al cubano", dada "la situación actual que tiene el país en este momento (...) y el nivel represivo que hay. Lo que están haciendo es sencillamente dándole gusto al Gobierno cubano".
En otra entrevista, el líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, dijo que "la visita de cualquier representante de un Gobierno democrático a Cuba siempre será positiva, tomando en cuenta la naturaleza antidemocrática del Gobierno de la isla". Pero agregó que "siempre será difícil para algún dignatario de países democráticos venir a Cuba y encontrarse que las prisiones están llenas de presos políticos, incluyendo a sesenta prisioneros de conciencia adoptados por Amnistía Internacional".
Error político
El líder de "Cambio Cubano", Eloy Gutiérrez Menoyo, preguntó: "¿Qué viene a ver (Zapatero)? ¿Que aquí continúa la misma dictadura de hace cincuenta años?". Recordó la visita a Cuba en 1968 del entonces presidente del Gobierno español, el también socialista Felipe González (1986), y opinó que "fue positiva porque por lo menos logró mi liberación (...), entre otras". Agregó que "lo correcto es que se dieran pasos reales, como lo está reclamando la Unión Europea. Que se vea que se avanza hacia la democratización del país. No me opongo (a la visita), pero debía ser en una situación concreta".