LD (Agencias) En paradero desconocido se encuentran los cuatro activistas extranjeros detenidos por la Policía china después de que lograran desplegar en un poste de electricidad una pancarta en la que se podía leerse en inglés "Tíbet será libre". El acto de protesta tuvo lugar en el puente Beichen, muy cerca del Estadio Nacional de Pekín, mejor conocido como el "Nido" y donde el viernes serán inaugurados los Juegos Olímpicos.
De acuerdo con versiones de testigos, dos de los cuatro activistas treparon a los postes de electricidad. La Policía llegó al lugar unos doce minutos más tarde y se llevó detenidos a los extranjeros, tres hombres y una mujer que habían entrado a China utilizando visados de turistas.
La organización "Estudiantes por un Tíbet Libre" se ha responsabilizado del acto. En un comunicado de prensa afirma que cuatro de sus miembros lograron desplegar dos pancartas de 42 metros cuadrados en las inmediaciones del "Nido". En una de ellas se podía leer en inglés "Tíbet será libre" y, abajo en madarín, "Tíbet libre". En la otra, en inglés: "Un mundo, un sueño: Tíbert libre". Este último mensaje mezcla el lema olímpico y el utilizado por los activistas pro tibetanos durante la última revuelta de marzo.
El incidente tuvo lugar a las seis de la mañana, hora local, y provocó que el tránsito de vehículos y peatones en el puente de Beichen y del "Nido" fuera cancelado. Las autoridades han suspendido los actos de promoción programados para la mañana de este miércoles.
En su comunicado, "Estudiantes por un Tíbet Libre" señala que "los tibetanos y sus seguidores en todo el mundo condenan el intento del Gobierno chino de usar los Juegos de 2008 para cubrir su ocupación del Tíbet y su actual campaña de represión sobre los tibetanos que luchan por sus derechos básicos y libertades".
En marzo pasado, en el Tíbet tuvieron lugar las más importantes protestas en las últimas dos décadas contra la ocupación china. El levantamiento provocó que el régimen de Pekín incrementara la represión militar en la zona Las tropas comunistas chinas entraron en territorio tibetano –una región que disfrutó de periodos de autonomía en el pasado–, en 1950 y nueve años más tarde el Dalai Lama, líder espiritual y político tibetano, se exilió en Dharamsala (India) tras un levantamiento fallido contra el régimen de Pekín.