L D (EFE) Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), no reconocida por las autoridades, afirmó que es sólo "un reajuste de nombres". "Con la poca información que se ha ofrecido –agregó–, me parece que se trata de un reajuste en la alta nomenclatura político-militar del régimen totalitario. Por lo que respecta a mi campo de trabajo, que son los derechos civiles, económicos y otros derechos fundamentales, no espero un cambio a corto plazo".
Concluyó que "la situación va a seguir siendo desfavorable como hasta ahora, porque el régimen permanece intacto y también su sistema de leyes. Mientras esto no cambie, las cosas seguirán muy mal en Cuba".
A su vez, Martha Beatriz Roque, de la Agenda para la Transición, destacó que han sido llevados al gabinete más militares de confianza del general Castro. "Sencillamente, tenemos un gobierno más militarizado y más envejecido. Balance general: más de lo mismo", aseguró la activista opositora.
El economista Óscar Espinosa Chepe, uno de los 75 disidentes apresados en la oleada represiva del 2003, excarcelado por motivos de salud, opinó que el cambio "refuerza la posición de Raúl Castro", al tiempo que "se debilitan las personas del entorno de Fidel Castro".
Según Espinosa, es el caso de Felipe Pérez Roque, ya ex ministro de Exteriores, a quien calificó de "muy cercano a Fidel Castro pero no a Raúl en sus concepciones políticas", por lo que no le sorprendió "nada" su salida del gabinete. "Quizás hay que esperar. Pudiera ser el comienzo de los cambios que Raúl Castro había prometido y no ha realizado. Hay que tener paciencia a ver que va a pasar", añadió. Espinosa matizó que "no hay nada en la prensa escrita para estudiar y valorar", y que "habrá que meditar más" sobre los cambios.