En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, los periodistas han preguntado insistentemente a María Teresa Fernández De La Vega sobre cuáles han sido los motivos que han llevado al presidente del Gobierno a anular a última hora su reunión con Paul Kagame, imputado por genocidio.
La vicepresidenta explicaba que Zapatero "fue sensible a la petición de algunos diputados" que le instaron a anular la reunión, por los presuntos crímenes cometidos por Kagamae en Ruanda. Este encuentro había desatado una ola de críticas – salvo de Gustavo de Arístegui- de diversas ONG'S y entidades internacionales
De la Vega quiso sacudirse las culpas, aduciendo que fue la Secretaría de las Naciones Unidas quien escogió a los invitados, y pensó que el asunto estaba zanjado. Pero desde esRadio le llamaron la atención sobre la contradicción que suponía que Zapatero hubiera sido "sensible" a esas críticas y anulase el encuentro, pero que Kagame sí que se reuniese con Moratinos.
Al preguntarle sobre esta contradicción, la vicepresidenta no ocultó su molestia: "Le puedo repetir lo mismo que ya he dicho", contestaba a la periodista de esRadio, a la que le decía con desdén que "espero que lo haya entendido" insistiendo en el mismo discurso: que era una reunión de la ONU, que Zapatero había sido sensible y ...ya. Ni una palabra de por qué el ministro de Exteriores sí acudiría a la reunión. Solo puntualizó que ese encuentro se produciría "en el ámbito más técnico".
Hubo una tercera intentona, igualmente infructuosa. Los periodistas volvieron a preguntarle, y De la Vega volvió a molestarse y a no contestar. "No le voy a decir nada más de lo que le he dicho", zanjó.