(Libertad Digital) La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha señalado este martes desde el hotel Taj Mahal de Bombay, uno de los objetivos de los atentados del pasado 26 de noviembre en la capital financiera de India, que los terroristas no conseguirán nunca "alterar la normalidad democrática" y volvió a reafirmar que el pueblo indio y el español van a permanecer "unidos para combatir esa lacra que a todos amenaza".
Junto al Taj Mahal, en el Oberoy, también atacado por los terroristas en noviembre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre tuvo que refugiarse tras el mostrador de la entrada de las ráfagas de ametralladoras de los terroristas y huir por pasillos "descalza y pisando charcos de sangre", tal y como relató a su llegada a Madrid.
Precisamente, De la Vega ha señalado que está en Bombay porque "en política, como en la vida, los gestos son importantes. Por eso estamos aquí". En cambio, a su partido, el PSOE, no le faltó tiempo para cargar contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, cuando llegó a España tras los ataques, acusándola de salir corriendo de Bombay dejando atrás a su delegación.
Hace pocos días, el 12 de diciembre, el propio vicesecretario general del PSOE, José Blanco presumía en su Blog de haber sido él quien salvó a los españoles en Bombay durante los ataques con llamadas telefónicas. "No he querido contar cómo viví aquella noche, pero sé lo que hice", dice Blanco.
Pese a que considera que los gestos son importantes, o quizá precisamente por ello, no ha mencionado en Bombay las declaraciones del presidente Zapatero durante su intervención de este lunes sobre la situación en la franja de Gaza. El presidente del Gobierno se refirió a los ataques terroristas de Hamás como "conductas irresponsables" y, en cambio, cargó contra Israel cuya reacción ante los ataques terroristas calificó de "desproporcionada".
La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, ha llegado este martes por la mañana a Bombay, en la segunda etapa de su viaje oficial a la India, y se dirigió directamente al hotel Taj Mahal. En esa localización perdieron la vida 32 personas como consecuencia de los atentados terroristas del pasado 26 de noviembre. En ese hotel se alojará la delegación española, en muestra de solidaridad ante el Gobierno indio y de normalidad democrática.