Alejandro González, embajador castrista, será recibido por el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia, este martes por la mañana, han precisado a Europa Press fuentes diplomáticas.
Yáñez, que iba acompañado de su mujer, la diputada socialista Carmen Hermosín, en viaje privado, intentó entrar en la madrugada de este lunes en Cuba, pero las autoridades castristas no le admitieron, sin dar "ninguna explicación" y obligaron a Yáñez a regresar a Madrid, a donde ha llegado este mediodía junto con Hermosín, añaden las fuentes.
El secretario de Estado para Iberomérica, Juan Pablo de Laiglesia, pedirá este martes las "explicaciones pertinentes" al embajador cubano, Alejandro González Galiano, ante lo que Exteriores considera una "injustificada inadmisión en territorio cubano" del eurodiputado socialista.
Esta expulsión tiene lugar tres días después de que España haya asumido la presidencia de turno de la UE, durante la que se ha marcado como objetivo plantear un cambio en la política hacia Cuba para estrechar el diálogo con el régimen castrista.
Luis Yáñez-Barnuevo, de 66 años, es eurodiputado del PSOE desde 2004, y en la actualidad ejerce el cargo de presidente de la delegación para las relaciones con Mercosur y miembro de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana. Antes de llegar al Parlamento Europeo, fue diputado por Sevilla con el PSOE durante varias legislaturas.
En su dilatada trayectoria política, también ha sido presidente del PSOE andaluz, concejal en el Ayuntamiento de Sevilla y presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana y de la Comisión Nacional del V Centenario.
No es la primera vez que Cuba rechaza la entrada o expulsa a políticos españoles en los últimos años. En octubre de 2004, vetó el acceso al secretario de Relaciones Internacional del PP, Jorge Moragas, cuando también iba con visado de turista junto con dos diputados holandeses con la intención de reunirse con disidentes cubanos.
En mayo de 2005, el régimen castrista ordenó la expulsión de las entonces senadoras del PP Rosa López Garnica e Isabel San Baldomero, cuando se encontraban como turistas. En aquella ocasión, la dictadura también quiso expulsar al diputado de CiU Jordi Xuclá, quien finalmente permaneció en la isla.
Moragas espera que el Gobierno tome nota
En declaraciones a Europa Press, Jorge Moragas, que trasladó su "solidaridad y apoyo" a Yáñez, recordó que después de que él viviera una situación similar a la de Yáñez en octubre de 2004, el PSOE rechazó una declaración de amparo al diputado promovida por el PP en el Congreso de los Diputados al considerar que su desplazamiento fue una "provocación", en palabras de Moragas, que señaló que el Parlamento Europeo sí sacó adelante un texto de apoyo al representante 'popular'.
Por eso, y tras probar su "propia medicina", esperó que los socialistas "reconozcan la inviabilidad de seguir confiando en un régimen que por lo único que se caracteriza es por la intolerancia, la represión a los Derechos Humanos y el miedo a la libertad". Moragas destacó que este episodio pone de manifiesto el sinsentido de intentar modificar, como defiende España, la Posición Común de la UE hacia Cuba -- que rige la política comunitaria hacia la isla desde 1996 y condiciona la cooperación a avances en democracia y derechos humanos-- "apelando a las buenas intenciones del Gobierno castrista".
A diferencia de lo ocurrido con Yáñez, a quien las autoridades cubanas no ofrecieron explicación de los motivos por los que le negaban el acceso al país, Moragas recordó que fue informado in situ de que su rechazo en el aeropuerto de La Habana en 2004 se debía a sus "declaraciones críticas con el régimen". Días antes de su viaje, que realizó acompañado por dos diputados holandeses, Moragas había avanzado que el objetivo de ese desplazamiento era mostrar su respaldo y solidaridad a los disidentes, así como a las mujeres de los presos políticos cubanos. Preguntado por los motivos que han podido llevar a las autoridades cubanas a negar la entrada a Yánez, afirmó que todas las decisiones que toma el régimen castrista son "producto de la paranoia".