LD (Agencias) Citado por la agencia de noticias surcoreana Yonhap, un alto funcionario de la dictadura comunista de Corea del Norte ha vuelto a amenazar con "reducir a cenizas" al país vecino si el Gobierno de Seúl continúa permitiendo que grupos de civiles lancen en su territorio propaganda anticomunista. La fuente advirtió que "esos panfletos" serán respondidos con una "acción práctica decisiva" por parte del Ejército norcoreano.
Además, y en nombre del régimen de Pyongyang, el alto cargo interpretó como preparativos para lanzar un "ataque preventivo" contra su país, las recientes maniobras militares llevadas a cabo por el Ejército del sur. Dijo que la política de ataque preventivo de su país es "reducir a cenizas" Corea del Sur y que esta estrategia supones "una guerra justa" para establecer un Estado "independiente y unificado encima de esas cenizas".
En marzo militares de Pyongyang ya amenazaron con "reducir a cenizas" a Corea del Sur en respuesta a las declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto surcoreano sobre un posible ataque preventivo contra Corea del Norte.
La reacción norcoreana llega un día después de que ambas Coreas celebraran una reunión de representantes militares. También tiene lugar después de que Seúl informara que un soldado norcoreano desertó el domingo a través de la frontera con el país comunista. Las autoridades han abierto una investigación para esclarecer el motivo de su huida, aunque en las primeras declaraciones el disidente dijo que su deserción se debe a la mala situación en la que vive el régimen norcoreano.
En Tokio, según informa la agencia de noticias francesa AFP, el primer ministro Taro Aso afirmó que el dictador norcoreano Kim Jong-il se encuentra hospitalizado aunque consciente y con capacidad para tomar decisiones. Citando informes de sus servicios de inteligencia, el mandatario nipón aseguró que el estado de salud de Jong-il "no es muy bueno. Pero no pensamos que sea incapaz de tomar decisiones".