Tras ser declarada culpable, la Junta Militar que preside el general Than Shwe, conmutó la pena impuesta a la Nobel de la Paz y ordenó que sea confinada en su residencia de Rangún durante un año y medio, han indicado fuentes judiciales.
La orden fue dada por el jefe de la Junta Militar por medio de un mensaje leído en la sala por el ministro del Interior, general Maung. Las autoridades han permitido la asistencia de los diplomáticos a la vista, celebrada en un pabellón del complejo penitenciario de Insein en el que Suu Kyi se encuentra encarcelada desde pasado 14 de mayo.
Con motivo de la vista, cerca de 2.000 efectivos de las fuerzas de seguridad han sido desplegados en el perímetro de la prisión y en los accesos al barrio de Insein.
Como en días anteriores, los diarios estatales publicaron nuevas advertencias sobre las drásticas acciones que llevarán a cabo las fuerzas de seguridad ante cualquier protesta callejera por parte de los seguidores de la Nobel de la Paz.
El veredicto que en principio iba a ser emitido el 31 de julio, fue aplazado hasta el 11 de agosto por el tribunal especial basándose en que era necesario más tiempo para estudiar los argumentos legales relacionados con la Constitución de 1974, reemplazada el año pasado por otra aprobada por medio de un referéndum.
Un aparente fallo en las medidas de seguridad permitió el pasado mayo que el estadounidense John Willian Yettaw cruzara a nado el lago que da a la parte trasera de la vivienda y se colara en el interior de la casa en la que la Nobel de la Paz cumplía desde hacía casi seis años la orden de arresto domiciliario impuesta por la Junta Militar por activismo político.
Suu Kyi fue acusada de quebrantar los términos del arresto domiciliario al cobijar dos noches en su casa a Yettaw, juzgado por infringir las normas de seguridad ciudadana.
Yettaw ha sido condenado a siete a años de cárcel, incluidos cuatro de trabajos forzados. A sus 54 años y enfermo d diabetes, ha sido dado de alta médica anoche por los médicos del Hospital General de Rangún, donde ha estado ingresado una semana para recibir cuidado contra los ataques de epilepsia que sufre desde hace años.
La Unión Europea, en contra de la condena
Por su parte, la Unión Europea ha anunciado que "reforzará" las sanciones contra el régimen birmano, incluidas las de carácter económico, después de la condena de Aung San Suu Kyi.
La presidencia sueca de la UE ha señalado en comunicado que "tomará medidas" adicionales a las actuales sanciones, en respuesta a una condena consecuencia de un proceso judicial "injustificado" contra la premio Nobel de la Paz.
Ha añadido que los Veintisiete "están preparados para revisar, corregir o reforzar" estas iniciativas en función del desarrollo de los acontecimientos.
El primer ministro británico, Gordon Brown, que desde hace años defiende la causa de la líder opositora birmana, ha afirmado que está "apenado y enfadado" por una condena que consideró fruto de un "juicio farsa".
La condena, ha declardado, es una prueba más de que el régimen militar de Birmania tiene la intención de seguir "desafiando a la opinión internacional" y de que no permitirá que Suu Kyi participe en las elecciones anunciadas para el año que viene.
"Mientras Aung San Suu Kyi y otros opositores políticos sigan detenidos, y mientras no puedan participar plenamente en el proceso político, las elecciones previstas para 2010 no tendrán credibilidad ni legitimidad", añadió Brown.