L D (Agencias) Hugo Chávez llamó este miércoles "victoria de mierda" la obtenida por la oposición con el rechazo en referéndum a su propuesta de reformar la Constitución y reiteró que será sometida al veredicto electoral "otra vez".
"Fue una victoria de mierda y la nuestra una derrota de coraje", remarcó Chávez en una rueda de prensa del alto mando militar, convocada por los jefes del Ejército, la Marina, la Aviación y la Guardia Nacional, que rechazaron que hubiesen presionado al ex golpista con el fin de que admitiera el revés electoral del pasado domingo.
"Fue una victoria de mierda y la nuestra una derrota de coraje", remarcó Chávez en una rueda de prensa del alto mando militar, convocada por los jefes del Ejército, la Marina, la Aviación y la Guardia Nacional, que rechazaron que hubiesen presionado al ex golpista con el fin de que admitiera el revés electoral del pasado domingo.
Más bien algunos militares, reveló Chávez sin identificarlos, le recomendaron hacia la medianoche del domingo que esperara el recuento de todos los votos, al prever que el "Sí" a la reforma podría remontar, aunque siempre muy estrechamente.
"Para mí fue la mejor derrota" porque la "victoria pírrica" de su propuesta "más bien hubiese sido catastrófica" y "a estas alturas este país estaría incendiado y nunca hubiera quedado claro quién ganó; las dudas hubieran apuntado con razón contra mí", sostuvo.
Repitió, como ya afirmó a primera hora de hoy en una llamada telefónica a un programa de la emisora estatal de televisión VTV, que la propuesta será sometida en fecha no precisaba a un nuevo referendo, teniendo como proponente al menos a un 15 por ciento de electores, uno de los caminos previstos en la Constitución para ello.
Chávez intervino de forma inesperada cuando ya había transcurrido buena parte de la rueda de prensa de los militares, quienes, al grito de "patria, socialismo o muerte", negaron las versiones sobre sus supuestas presiones al gobernante para que no se atreviera a desconocer el revés electoral.
El ministro de Defensa, general Gustavo Rangel, subrayó que el reconocimiento de Chávez al triunfo del "No" a la reforma evidenció, "una vez más, la voluntad democrática de este hombre de excepción, a quien un rey mandó a callar y que ahora él ha callado al mundo".
La consigna fue nuevamente coreada por los jefes militares cuando apareció Chávez en la sala del palacio presidencial donde tenía lugar la rueda de prensa, que terminó con el mismo grito.
Tras calificar de "extraordinaria" la intervención del ministro, el gobernante tildó de "bastarda maniobra de factura imperial" la versión de la presión castrense, y repitió, como dijo de madrugada a a VTV: "El día que a mí me presione un general (...) por más amigo que sea o confianza que tengamos, de inmediato lo sustituyo".
La cadena estadounidense CNN, contra la que Chávez confirmó que presentará una demanda por considerar que llamó a un magnicidio contra él, entrevistó a un periodista del diario "El Nacional", de Caracas, que informó de las supuestas presiones y agregó que tuvieron lugar en una reunión forzada por los miembros del Alto Mando Militar.
Chávez dijo que la única reunión que sostuvo antes de que la autoridad electoral informara de la derrota de su propuesta fue con sus hijos y nietos.
Además, destacó que, por primera vez, los actuales altos mandos castrenses fueron subalternos suyos durante su vida militar, que puso fin como teniente coronel, tras dejar la cárcel en 1994 por el intento de golpe militar que lideró en febrero de 1992.
Los altos mandos criticaron, por su parte, al general Raúl Baduel, antecesor de Rangel hasta mediados de año, quien también dijo que Chávez admitió su derrota por la presión militar y felicitó por ello a los miembros de la Fuerza Armada Nacional.
El general Rangel rechazó esas felicitaciones, llamó a Baduel "desleal" y explicó que el alto mando se reunió en el palacio presidencial para activar planes que, según reveló, estuvieron a punto de ejecutarse contra lo que llamó "movimientos fascistas".
"Para mí fue la mejor derrota" porque la "victoria pírrica" de su propuesta "más bien hubiese sido catastrófica" y "a estas alturas este país estaría incendiado y nunca hubiera quedado claro quién ganó; las dudas hubieran apuntado con razón contra mí", sostuvo.
Repitió, como ya afirmó a primera hora de hoy en una llamada telefónica a un programa de la emisora estatal de televisión VTV, que la propuesta será sometida en fecha no precisaba a un nuevo referendo, teniendo como proponente al menos a un 15 por ciento de electores, uno de los caminos previstos en la Constitución para ello.
Chávez intervino de forma inesperada cuando ya había transcurrido buena parte de la rueda de prensa de los militares, quienes, al grito de "patria, socialismo o muerte", negaron las versiones sobre sus supuestas presiones al gobernante para que no se atreviera a desconocer el revés electoral.
El ministro de Defensa, general Gustavo Rangel, subrayó que el reconocimiento de Chávez al triunfo del "No" a la reforma evidenció, "una vez más, la voluntad democrática de este hombre de excepción, a quien un rey mandó a callar y que ahora él ha callado al mundo".
La consigna fue nuevamente coreada por los jefes militares cuando apareció Chávez en la sala del palacio presidencial donde tenía lugar la rueda de prensa, que terminó con el mismo grito.
Tras calificar de "extraordinaria" la intervención del ministro, el gobernante tildó de "bastarda maniobra de factura imperial" la versión de la presión castrense, y repitió, como dijo de madrugada a a VTV: "El día que a mí me presione un general (...) por más amigo que sea o confianza que tengamos, de inmediato lo sustituyo".
La cadena estadounidense CNN, contra la que Chávez confirmó que presentará una demanda por considerar que llamó a un magnicidio contra él, entrevistó a un periodista del diario "El Nacional", de Caracas, que informó de las supuestas presiones y agregó que tuvieron lugar en una reunión forzada por los miembros del Alto Mando Militar.
Chávez dijo que la única reunión que sostuvo antes de que la autoridad electoral informara de la derrota de su propuesta fue con sus hijos y nietos.
Además, destacó que, por primera vez, los actuales altos mandos castrenses fueron subalternos suyos durante su vida militar, que puso fin como teniente coronel, tras dejar la cárcel en 1994 por el intento de golpe militar que lideró en febrero de 1992.
Los altos mandos criticaron, por su parte, al general Raúl Baduel, antecesor de Rangel hasta mediados de año, quien también dijo que Chávez admitió su derrota por la presión militar y felicitó por ello a los miembros de la Fuerza Armada Nacional.
El general Rangel rechazó esas felicitaciones, llamó a Baduel "desleal" y explicó que el alto mando se reunió en el palacio presidencial para activar planes que, según reveló, estuvieron a punto de ejecutarse contra lo que llamó "movimientos fascistas".