La agencia estatal AVN fue la encargada de anunciar que el Estado venezolano había asumido el control del 20% de las acciones de la cadena privada Globovisión, una de las televisiones que más se han opuesto a Hugo Chávez y que más ha recibido amenazas e insultos por parte del presidente.
Este control se produce tras la decisión de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban) de liquidar la sociedad mercantil Sindicato Ávila, empresa ligada al Grupo Financiero Federal. Sindicato Ávila era una de las sociedades mercantiles que conforman la empresa Corpomedios GV Inversiones, dueña de Globovisión. A su vez, ésta es propiedad de la empresa Unitel de Venezuela, cuyos tres accionistas son Guillermo Zuloaga, Nelson Mezerhane y Alberto Federico Ravell, así como la empresa DNS inversiones.
Los dos primeros tuvieron que dejar Venezuela para vivir en Estados Unidos para así eludir cargos en su contra en su país, y el mes pasado Chávez acusó a Zuloaga de organizar un complot para asesinarlo, acusaciones que el empresario negó categóricamente. Mezerhane también era propietario de Banco Federal, que el Gobierno intervino en junio argumentando problemas de liquidez. Desde entonces el Gobierno ha vendido varios de los activos de Mezerhane para cancelar deudas con los clientes del banco.
Preocupación desde varios sectores
Después de este anuncio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por esta "posible intervención". En un comunicado, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de esa institución manifestó esa inquietud y pidió al Estado de Venezuela "apegarse a los más estrictos estándares internacionales en materia de libertad de expresión". En ese sentido, solicitó que "se garantice el derecho pleno del canal de señal abierta Globovisión de ejercer, sin intervenciones indebidas del Gobierno, ni presiones arbitrarias, el derecho a la libertad de expresión".
Por su parte, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) criticó a través de un comunicado este paso y apuntó que ese hecho abre la puerta a que el Gobierno "tome su control, poco a poco, (de la cadena) lo que le permitiría tener el poder editorial absoluto del espacio televisivo abierto". Según RSF, Globovisión ha sido objeto de varios procedimientos de suspensión y amenazas de cierre y recibe regularmente las acusaciones de Chávez de querer atentar contra su propia vida. Además, mostró su inquietud porque este desembarco del Gobierno venezolano en un medio crítico coincide con otras medidas "controvertidas en materia de libertad de expresión".