En una declaración en la Rosaleda de la Casa Blanca, Bush destacó que el resultado es especialmente "alentador" para la generación de estadounidenses de raza negra que vivió los años de la discriminación racial. "Muchos de los ciudadanos pensaron que nunca llegarían ver llegar" este día. Es un "momento grato para los estadounidenses que pelearon por los derechos civiles, un triunfo de la historia estadounidense, un testamento al trabajo duro, al optimismo y la fe en la promesa perdurable de nuestro país".
Bush ha dicho que "vamos hacia delante como una gran nación", pero ha recordado que "algunas cosas no cambiaran, el gobierno seguirá vigilante, protegiendo al pueblo de EEUU". Y ha avanzado que ya se ha puesto en directo con Obama a quien ha invitado a la Casa Blanca.
Cuando Obama, que tomará posesión de su cargo el próximo 20 de enero, entre en la Casa Blanca, "millones de ciudadanos estadounidenses se verán desbordados de orgullo en este momento inspirador por el que tanto han esperado", apuntó el presidente saliente. Será "conmovedor ver al presidente Obama, su esposa, Michelle, y sus preciosas hijas entrar por la puerta de la Casa Blanca", agregó.
Bush, que también rindió homenaje al candidato derrotado, el republicano John McCain, que "seguirá aportando una contribución extraordinaria a nuestro país", prometió hacer cuanto esté en su mano para que la transición hacia el nuevo Gobierno sea lo más fácil posible. El presidente saliente declaró su "completa cooperación" con el equipo de su sucesor en los 76 días que faltan hasta el 20 de enero y aseguró que le mantendrá "completamente informado" sobre las decisiones que se tomen hasta entonces.
"Seguiré llevando los asuntos mientras esté en la Casa Blanca. El 20 de enero, Laura y yo volveremos a Texas con una gran gratitud por el honor de haber servido al país".
Obama, por su parte, ha dejado claro que quiere ponerse en marcha lo antes posible. El presidente electo recibirá este jueves su primera sesión informativa sobre asuntos de Inteligencia, idéntica a la que se ofrece cada día al presidente saliente. En una carta a los funcionarios de la institución, el director de la CIA, Mike McConnell, indicó que Obama podrá "ver toda la gama de opciones que desplegamos" en beneficio del país.
En esta primera sesión informativa McConnell presentará los asuntos a abordar y dos funcionarios de la agencia se encargarán de desarrollarlos. Ente los principales asuntos de los que Obama tendrá que ocuparse apenas asuma el poder se encuentran las guerras en Irak y Afganistán, así como el papel de Pakistán en la lucha contra el movimiento talibán y Al-Qaeda, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte y el futuro de la prisión de Guantánamo.
El presidente electo pasará toda la semana en Chicago, donde se encuentra la sede de su campaña y donde pergeñará los retoques a su Gabinete. Su equipo de transición, encabezado por el ex jefe de Gabinete de la Casa Blanca John Podesta, tiene previsto comenzar a anunciar sus nombramientos ya la semana próxima, mucho más rápido de lo habitual en los relevos de Gobierno en EEUU.
El primer nombramiento podría producirse esta misma semana. Se espera que Obama anuncie como su jefe de Gabinete -un puesto clave en la Casa Blanca- a Rahm Emanuel, el jefe del grupo parlamentario demócrata en la Cámara de Representantes y un gran aliado en Chicago.
Obama quiere evitar los errores de su predecesor demócrata Bill Clinton, que tras ganar en 1992 no designó a sus principales colaboradores en el Gobierno hasta cinco días antes de la toma de posesión, sin tiempo para que los titulares pudieran ponerse al día sobre las prioridades de sus carteras.
El presidente electo sabe que no puede perder tiempo. Con una grave crisis financiera y dos guerras abiertas, tendrá que ponerse manos a la obra de inmediato para cumplir las promesas y las expectativas generadas por su campaña.