L D (Europa Press) "La alta participación es un mensaje claro a aquellos que vaticinaban una baja intervención para restar credibilidad a los comicios", dijo el profesor de ciencia Ismail Maaref Ghalia en respuesta a algunos opositores y medios argelinos que apuntaban que la abstención podría convertirse en el mayor enemigo del presidente, de 72 años.
Otro punto que puede empañar la victoria de Bouteflika ha sido los últimos episodios de terrorismo que se han producido en el país. En concreto, este jueves tuvieron lugar dos explosiones en un colegio electoral de la localidad argelina de Meghanine, en la provincia septentrional de Kabylie, donde dos policías resultaron heridos.
Horas antes, las fuerzas de seguridad desactivaban una bomba en otro colegio de Nassiria, en la provincia de Boumerdès, en el norte de Argelia y el miércoles cuatro militares resultaron heridos como consecuencia de la explosión de una bomba de fabricación casera al paso de su convoy por una carretera de Toudja.
A pesar de ello, el presidente argelino ha reforzado su llamada a la reconciliación nacional a lo largo de la campaña electoral, instando a "los criminales, a los que han mancillado la imagen de Argelia", a "reconocer sus acciones y pedir el perdón del pueblo".
Así las cosas, los parlamentarios algerianos aprobaron en noviembre del año pasado una enmienda constitucional que abolió el límite de periodos consecutivos para los que se puede ser reelegido presidente, un movimiento que, según los críticos, le podría permitir a Bouteflika seguir siendo jefe de Estado de por vida.