L D (EFE) Estos datos actualizan el balance oficial de víctimas ofrecido esta mañana por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien explicó que entre los muertos hay dieciséis niños.
En rueda de prensa desde la ciudad de L'Aquila, una de las más castigadas por el seísmo y adonde Berlusconi ha viajado por tercera jornada consecutiva, el primer ministro italiano explicó que de los 260 muertos a los que se refirió entonces aún quedaban nueve cuerpos por identificar.
Aumenta así la cifra de afectados por el terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter que asoló la región de Los Abruzos el pasado lunes y que ha registrado réplicas de considerable intensidad, la más fuerte este martes por la tarde, de 5,3 grados y que pudo sentirse en Roma.
Las réplicas mantienen en vilo a las cerca de 28.000 personas que, según Berlusconi, se han quedado sin casa por los movimientos telúricos y a las que las autoridades italianas han ido recolocando en hoteles cercanos. Según el político, más de 150 hoteles han sido habilitados como refugio para más de 10.000 de esos 28.000 evacuados, que han tenido que pasar las últimas noches bien en los 31 campamentos establecidos al efecto, con 2.960 tiendas de campaña y 24 cocinas, o bien en sus coches o en casas de familiares y amigos de zonas no afectadas.
El primer ministro italiano, quien dijo no haber dormido en las últimas 44 horas, definió la situación de los evacuados como el "gran problema" al que han tenido que hacer frente las autoridades y los equipos que trabajan en la zona, compuestos por más de 2.000 bomberos, 1.500 militares, 2.000 miembros de las fuerzas del orden y 3.000 voluntarios.
Se crea un nuevo delito para los autores de saqueos
Berlusconi hizo referencia a los posibles saqueos que puedan producirse entre el caos en el que ha quedado sumida la región de Los Abruzos tras los seísmos, que aún la sacuden, y prometió la introducción en el código italiano de un "nuevo tipo de delito penal" contra quienes lleven a cabo este tipo de acciones.
"Registramos en estos días una fuerte preocupación por parte de la población por operaciones de saqueo en las casas que han quedado abandonadas. Por eso, ayer por la tarde, con el ministro (de Justicia, Angelino) Alfano, hemos decidido crear este nuevo delito, que no sabemos aún qué nombre tendrá", dijo el primer ministro. "De todos modos -añadió-, puedo anunciar ya desde ahora que las penas serán muy duras".
El primer ministro anunció además 16 millones de euros para reconstruir inmediatamente la Casa del Estudiante de L'Aquila, la capital de Los Abruzos, entre cuyos escombros aparecieron este martes los cuerpos sin vida de los cuatro estudiantes desaparecidos.
Berlusconi, quien se mostró "conmovido" por los peligros que han corrido los equipos de rescate en las tareas de desescombro, recordó que el funeral de estado por los fallecidos tendrá lugar el próximo viernes a las 11.00 horas (09.00 GMT).
El político italiano explicó además que, debido a la preocupación y a la sensación de estar atrapados en jaulas, se trasladaron la pasada noche a 140 presos de las cárceles de Los Abruzos a penitenciarías de otros lugares del país.
“Como un fin de semana de camping”
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha causado nuevamente un revuelo en la prensa internacional al recomendar a los damnificados del terremoto en los Abruzos que se tomen la situación como "un fin de semana de cámping".
Durante su visita a la zona afectada por el seísmo y al ser preguntado por la corresponsal de la cadena de televisión alemana RTL sobre cuál era su impresión, Berlusconi respondió: "Están bien aquí, reciben un magnífico apoyo y amabilidad por parte de nuestros equipos de salvamento". El primer ministro no se quedó ahí y, después de asegurar que "no les falta de nada, tienen medicamentos y alimentos, comida caliente" y un techo que les da cobijo, añadió que "por supuesto todo es absolutamente provisional y, por eso, hay que tomarlo como un fin de semana de cámping".
Las declaraciones se han propagado como la pólvora entre los medios de Alemania y no hay edición digital que no las recoja.