(Libertad Digital) Aguirre se pronunció así durante una cena de Navidad celebrada por el PP del distrito madrileño de Villaverde, en donde los asistentes guardaron un minuto de silencio en homenaje a Ignacio Uría, asesinado este mediodía en Aizpeitia (Guipúzcoa) por la banda terrorista ETA.
En su alocución, la presidenta del Ejecutivo madrileño quiso agradecer las muestras de cariño y apoyo que ha tenido estos días por el atentado de Bombay, en donde no hubo ninguna “heroicidad” sino, simplemente, una manifestación del destino, “que ya sabéis que es el nombre que algunos dan a la Providencia”.
“Sufrir un atentado terrorista, en primera fila, -reconoció la presidenta- como lo hemos sufrido los miembros de la delegación madrileña, no nos convierte en héroes sino en cierto sentido en víctimas”. Aseguró Aguirre que “como tal he podido vivir en mí misma esa experiencia terrible, que ya habían denunciado muchas víctimas del terrorismo, de que algunos miserables, en vez de solidarizarse y de unir fuerzas contra los terroristas, prefieren poner en cuestión lo que han hecho las víctimas”. “Reaccionar como han reaccionado algunos miserables –añadió- sí los convierte a ellos en bellacos, a los que debemos dedicar nuestro desprecio”.
Decisión intolerable
Justamente en el día en el que ETA ha vuelto a asesinar criticó muy duramente que, “precisamente hoy”, cuando se ha producido una nueva víctima en Aizpeitia, el Gobierno haya destinado 40 millones de euros a los Ayuntamientos de ANV del reparto dado por el Ejecutivo a las corporaciones locales. “¡Intolerable!”, subrayó la presidenta, quien lamentó la falta de liderazgo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por mostrarse incapaz de sacar a España de la actual crisis. Y es que, según apuntó, en nuestro país está aumentado el paro “más que en el resto de los 26 países de Europa juntos”.
“Aguirre aseguró que “no podemos aceptar que con Zapatero se repita el inmenso fracaso económico que ya se produjo con González. Porque los socialistas, ellos que presumen de fomentar políticas sociales, son los especialistas en hundir el empleo, que es la principal política social.
La presidenta se refirió a los 800.000 puestos de trabajo que prometió Felipe González en 1982. “Muchos españoles le creyeron y le votaron. Pero lo cierto es que llegó al Gobierno en 1982 con 2.200.000 parados y dejó el Gobierno con 3.700.000 parados. Felipe González, en lugar de crear los 800.000 empleos prometidos, lo que hizo fue crear 1.500.000 parados”.
Es por ello que la presidenta recordó a los españoles que cada día en mayor medida, “fijan sus esperanzas en nuestro Partido porque sienten que es más y más necesario que España cambie el rumbo y empiece a ser gobernada con eficacia, con liderazgo, con ilusión”.