Un destacado consejero de la candidatura de Abdulá fue el encargado de hacer pública la amenaza de boicot un día antes de que comparezca el líder opositor y ex ministro de Asuntos Exteriores afgano para anunciar oficialmente el futuro de su candidatura.
"Hemos decidido evitar participar en las elecciones", dijo el consejero, quien insistió en que la decisión no implica ejercer un "boicot" contra el proceso, a pesar de que pidió de forma expresa a los votantes de Abdulá que no acudan a la próxima cita electoral. "Queremos que nuestros seguidores se queden en casa y no participen en las votaciones, pero eso no significa violencia", precisó.
Está previsto que Abdulá participe en un acto público el domingo para aclarar su postura respecto a la segunda vuelta electoral, dijo un responsable de su campaña, Alí Farhad.
El anuncio coincide con el vencimiento del plazo que el propio candidato dio al Gobierno de Karzai para el cumplimiento de una serie de condiciones previas a la celebración de la segunda vuelta electoral.
El líder opositor pidió al Ejecutivo la destitución del jefe de la Comisión Electoral (IEC), Azizullah Lodin, después de que se constatara que se había registrado un fraude masivo en la primera vuelta electoral del pasado mes de agosto.
Abdulá exigió la "inmediata destitución de Lodin, por no haber dejado credibilidad ni para la IEC ni para sí mismo", además de la "suspensión" en sus cargos de los ministros de Interior, Educación y Asuntos Tribales hasta que culmine el proceso electoral.
"Dos partes de la maquinaria de fraude están a pleno rendimiento", dijo Abdulá entonces, en referencia a la Comisión Electoral y a las instituciones del Gobierno a las que había acusado de participar en el amaño de la primera ronda.
El candidato puso como tercera condición que 20.000 miembros de su equipo fueran acreditados como interventores del proceso electoral, algo a lo que las autoridades ya han dado luz verde, pero han hecho caso omiso del resto de exigencias.
Mientras, un portavoz de la oficina de campaña de Karzai se mostró prudente ante el anuncio de hoy y aseguró a Efe que cualquier candidato tiene el derecho de presentarse o retirarse del proceso, al tiempo que precisó que no harán ningún comentario hasta que Abdulá haga pública su postura.
Ni la Constitución afgana, ni la ley electoral precisan cuál es el procedimiento legal que se debe seguir si uno de los dos candidatos a la Jefatura del Estado en segunda vuelta se retira de la carrera electoral.
Previsiblemente, deberá ser el Tribunal Supremo, órgano encargado de interpretar la Constitución, la institución que marque el camino a seguir.
La IEC convocó el pasado día 20 una segunda ronda electoral tras anular cientos de miles de votos fraudulentos de la primera y confirmó que el presidente Karzai no había logrado la mayoría absoluta necesaria para revalidar mandato, tras hacerse con el 49,67 por ciento de las papeletas válidas frente al 30,59 de Abdulá.
La Comisión tiene ya impresas 15 millones de papeletas electorales y el material necesario para la celebración de los comicios ha llegado a todas las capitales provinciales afganas, desde donde se distribuirá a los colegios de cada distrito.
Además, el organismo electoral intentará abrir en esta ocasión un total de 6.300 centros de voto, 200 más que en la primera cita electoral, aunque la cifra final no ha sido confirmada.