El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela y analista de las áreas de Derecho Constitucional y Magreb, Carlos Ruiz Miguel, ha criticado en Es la mañana de Federico la repatriación de los cooperantes españoles del Sahara Occidental que se debe, en su opinión, "a intereses políticos".
Ruiz Miguel ha dicho en esRadio que "el Gobierno español está practicando una política claramente promarroquí" y que se "está plegando de forma absoluta y descarada" a favor de las posiciones del país vecino. El analista ha recordado que en el último discurso de Mohamed VI –pronunciado el lunes 30 de julio, aniversario del día al que accedió al trono en 1999-, el monarca se deshizo en "palabras elogiosas a España". ¿Por qué? Porque "está haciendo lo que quiere Marruecos".
El catedrático dice que la repatriación de cooperantes se debe a un interés político doble: primero, se intenta confundir el Sahara occidental con el Sahel –borde sur del desierto del Sahara-, y segundo, Marruecos quiere que el conflicto se analice desde una perspectiva de terrorismo que, insiste Ruiz Miguel, "no se da en el Sahara occidental".
"¿Por qué tenemos que pagar?"
El catedrático sostiene que en el Sahara occidental no hay riesgo de terrorismo, y explica que el secuestro sufrido por los cooperantes Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons es un suceso "muy oscuro, con acusaciones oficiales del Frente Polisario de que Marruecos estaba detrás del grupo que secuestró".
Ruiz Miguel ha criticado duramente que el Gobierno pagara el rescate de los dos españoles secuestrados: "¿Por qué tenemos que pagar? No tenemos que pagar. El Gobierno no debería haber pagado. Ni ahora ni antes. Ese es el problema, que el Gobierno paga".
Además, el analista no cree al ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, respecto al "secuestro inminente" de cooperantes españoles que se iba a producir –"se pilla antes a un mentiroso que a un cojo", dice-. Ruiz Miguel ha añadido que, en caso de que eso fuera cierto, "lo razonable" sería dejar a los "cooperantes a modo de trampa" para así realizar una operación con la que atrapar a los terroristas.