Finalmente se ha producido. Tras la misa que ofició Benedicto XVI en la plaza de la Revolución, en La Habana, su santidad se ha entrevistado con el dictador retirado Fidel Castro, en un lugar que no se ha revelado a los medios de comunicación. Federico Lombardi, portavoz vaticano, ha sido el encargado de confirmar la reunión.
Han pasado catorce años desde que el dictador cubano se entrevistase con Juan Pablo II durante la visita que realizó a Cuba el 22 de enero de 1998. El martes Castro ya informó de que "gustosamente" saludaría al Papa.
Aunque Fidel Castro, de casi 86 años, cedió su puesto a su hermano Raúl en 2006 por enfermedad, en fuentes vaticanas no se descartaba el encuentro. No en vano, el Vaticano equiparaba la reunión a la que tuvo el Papa durante su viaje de septiembre del pasado año a Alemania cuando se reunió con el excanciller Helmunt Kohl.
Fidel Castro considera a Benedicto XVI "una buena persona" y tiene "la cara de un ángel", según le dijo hace varios años al actual secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, cuando este lo visitó en la isla. Ya en aquella ocasión, Fidel Castro pidió a Bertone que trasladase al Papa su invitación para visitar Cuba.
En cambio, Benedicto XVI declinó desde el primer momento reunirse con la disidencia que soporta en la Isla el azote del régimen tiránico de los Castro. Un régimen que cercena derechos fundamentales de todos los cubanos, mantiene presos políticos y persigue a todo aquel que se atreve a pedir libertad dentro de la isla.