El fiscal jefe de París, François Molins, ha afirmado que el asesino de Toulouse "puede volver a actuar". "Estamos ante un individuo extremadamente determinado, con mucha sangre fría y con objetivos extremadamente definidos", afirmó el fiscal, que recordó que, por el momento, ha matado cada cuatro días.
El responsable de la investigación judicial recordó, informa EFE, que en los tres casos aparece la misma pistola, que el individuo huyó siempre en una moto del mismo modelo y que acabó con la vida de las siete personas con disparos a bocajarro en la cabeza.
Molins agregó que por el momento "no se ha abandonado ninguna pista", ni siquiera la de los tres exmilitares expulsados del Ejército por comportamientos neonazis en 2008.
Esa hipótesis fue abierta, puesto que los dos paracaidistas de origen magrebí asesinados en Montauban, cerca de Toulouse, el pasado día 15, pertenecían al mismo regimiento que los militares expulsados tras haberse fotografiado ante una esvástica haciendo el saludo nazi.
Precisó que, por el momento, no se ha procedido a ninguna detención en el marco de esta investigación por asesinato, intento de asesinato y terrorismo, aunque señaló que han procedido a "cientos de interrogatorios". "Mientras estemos al frente de la investigación, todas las pistas serán profundizadas, ninguna abandonada hasta que el autor sea arrestado", indicó el fiscal.
Molins puntualizó que "no hay certeza" de que el asesino grabara con una cámara sus acciones, pese a que indicó que un testigo dice haberla visto y en las imágenes de videovigilancia aparece con una cinta entorno al pecho.
El ministro de Interior, Claude Guéant, había revelado por la mañana la posibilidad de que el asesino llevara una cámara similar a las que utilizan los deportistas para grabarse.
Según se desprende de la investigación, se trata de un hombre de silueta "más bien delgada" y en torno a 1,75 metros de altura, "extremadamente bien organizado" y que en cada caso había seleccionado a sus víctimas con gran precisión, agregó el fiscal.
Entre las pistas que siguen los investigadores figura la moto en la que huía, en ambos casos una Yamaha de gran cilindrada que, sin embargo, los testigos describieron como negra en los dos primeros casos y blanca en el colegio judío de Toulouse.
El fiscal indicó que puede tratarse de una moto robada el pasado día 6 en Toulouse pero que no hay certeza ya que no se ha podido ver en las imágenes la matrícula.
La investigación está siendo también muy activa en internet donde se sigue la pista de un anuncio colocado por la primera víctima para vender su moto, ante la posibilidad de que sirviera al asesino para darse cita con él.
En este sentido, Molins fue muy remiso a la hora de dar detalles y precisó que, muchos de los elementos de la investigación no pueden ser comunicados a la prensa para evitar que el criminal cambie sus hábitos, lo que puede dificultar su arresto.
El fiscal indicó que también investigan el relato, revelado por el diario Le Figaro, sobre una conversación telefónica sospechosa escuchada por testigos a una mujer en un tren de la región de París. Según el rotativo, la mujer, entre sollozos, mantenía ayer una conversación con un hombre a quien reprochaba: "¿Y ahora atacas una escuela?".