El general británico Julian Thompson, destacado comandante durante la guerra de las Malvinas de 1982, cree que el Reino Unido no podría defender las islas y las perdería si las fuerzas argentinas tomaran la base aérea.
En unas declaraciones publicadas hoy en el diario The Times, Thompson -a cargo de la brigada de los Royal Marines y los paracaidistas durante el conflicto armado- dijo que su país no podría proteger las islas porque no cuenta con un portaaviones, ya que el Gobierno británico dispuso recortes en el área de defensa.
Las afirmaciones del general salen publicadas en momentos de un aumento de la tensión en las relaciones entre el Reino Unido y Argentina por la reclamación territorial argentina de las islas.
"Los argentinos tienen una brigada de marina. Tienen una brigada de paracaidistas y algunas buenas fuerzas especiales. Todo lo que tienen que hacer es llevar a estos tíos a las islas durante el tiempo necesario para destruir los aviones Typhoon (de combate de la Real Fuerza Aérea) y es el fin", señaló Thompson.
Sin el control de la base aérea -que está en el este de las islas-, la única manera que tendría el Reino Unido de enviar refuerzos sería por mar (como lo hizo la ex primera ministra Margaret Thatcher en 1982), pero en esta ocasión el país no tiene portaaviones, agregó. "Tienes que llevar tu propio apoyo aéreo y no puedes hacerlo sin un portaaviones. Fin de la historia", recalcó.
Actualmente, el Reino Unido cuenta en las islas con militares en la base de Mount Pleasant (este), cuatro aviones de combate Typhoon que patrullan el espacio aéreo y también radares.
El general cree que la presidenta argentina, Cristina Fernández, hace todo lo posible para forzar al primer ministro británico, David Cameron, a dialogar sobre la soberanía de las Malvinas, que reclama Buenos Aires desde enero de 1833.
La tensión entre los dos países se agravó en 2011, cuando los países del Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) acordaron impedir el ingreso a sus puertos de barcos con bandera de las islas del Atlántico Sur. A esto se sumó el malestar de Argentina por la presencia del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, en las islas y el envío de un buque de guerra.
El Reino Unido convocó la semana pasada al máximo responsable diplomático argentino en Londres, Osvaldo Mársico, para que explicase la decisión de Buenos Aires de abogar por un boicot contra productos del Reino Unido y el caso de dos cruceros británicos a los que se les denegó atracar en Ushuaia (sur de Argentina).
Próximamente se cumplirá el 30 aniversario de la guerra que enfrentó a ambos países por la soberanía de las islas, que dejó cerca de 900 muertos entre los dos países.