El gobierno marroquí pidió a todos los barcos europeos que operan en el marco del acuerdo UE-Marruecos que abandonen las aguas marroquíes antes de la próxima medianoche. El ministerio de Agricultura y Pesca publicó una nota, recogida por la agencia oficial MAP, para "invitar" a todos los barcos de pesca europeos a abandonar sus aguas, horas después de que el Parlamento Europeo negara la prórroga para el acuerdo de pesca actual.
"La decisión del Parlamento Europeo marca así una lamentable evolución, de consecuencias graves sobre el futuro de la cooperación entre Marruecos y la UE en materia de pesca", señala el comunicado, y añade que esto significa una "reevaluación global de su asociación con la UE".
Los barcos que faenaban en Marruecos lo hacían en virtud de un acuerdo firmado en 2007, que se ratificaba año tras año pero que desde el 28 de febrero pasado estaba todavía pendiente de la prórroga para el presente ejercicio. Debido a que la renovación de esa prórroga se creía segura, los barcos europeos habían seguido faenando en aguas marroquíes durante todos estos meses. En su mayoría, son españoles, de Andalucía y Canarias fundamentalmente.
El acuerdo ofrecía 119 licencias a la flota europea, más una cuota adicional para especies como la anchoa, caballa o arenque, que sitúan en 138 el número de embarcaciones beneficiadas. A cambio, la UE paga al año 36,1 millones de euros al país magrebí, una parte destinada a su sector y otra a proyectos de desarrollo.
De fondo, el conflicto del Sáhara
La Eurocámara rechazó -por 326 votos a favor, 296 en contra y 58 abstenciones- la prórroga del acuerdo pesquero, porque considera que causa la sobreexplotación de algunas especies y es ilegal, según el derecho internacional, ya que interfiere en los recursos de la población local saharaui.
El acuerdo de pesca con la UE es un tema tan sensible en Marruecos que el mismo embajador de la Unión Europea en este país, Eneko Landáburu, emitió un comunicado en el que "lamenta (las consecuencias de la no prórroga) para nuestras relaciones con Marruecos".
En su nota, el embajador llega a decir que la decisión de la Eurocámara se tomó "contra la opinión de los estados miembros, de la Comisión Europea y de la Alta Representante para los Asuntos Exteriores y de Seguridad, Catherine Ashton".
Si bien es todavía posible la firma de un nuevo acuerdo, fuentes conocedoras del sector en Rabat señalaron que es muy difícil que el Gobierno marroquí acepte las condiciones que puede imponer el Parlamento Europeo de ahora en adelante.