El hijo del difunto dictador Muamar al Gadafi Saif al Islam pidió a los rebeldes que lo detuvieron esta madrugada que acabaran con su vida con un tiro en la cabeza, según uno de los dirigentes de la brigada rebelde que lo detuvo, Ali al Atiri, tal y como recoge Efe.
Al Atiri aseguró esto en una rueda de prensa ofrecida en Zintan, de donde provenían los rebeldes que capturaron a Al Islam y donde fue trasladado el hombre que estaba llamado a heredar el régimen levantado por su padre.
Según indicó Al Atiri, los rebeldes se negaron a satisfacer la petición del detenido y decidieron tratarlo como un prisionero de guerra.
"Said al Islam pidió ser ejecutado de un disparo en la cabeza, pero nosotros decidimos contactar con la base aérea de Trípoli para que enviara un avión con el que pudiéramos evacuarlo vivo y en buen estado de salud hacia Zintan", dijo.
Al Atiri explicó que la brigada que dirige había viajado a la región de Obari, 800 kilómetros al sur de Trípoli, en una misión de seguridad para vigilar el triángulo fronterizo entre Argelia, Libia y Níger.
Durante el desempeño de su tarea llegaron informaciones de que "una importante personalidad" del antiguo régimen se dirigía hacia Níger.
"Recibimos dicha información el 17 de octubre, al día siguiente tuvimos la confirmación y hoy a la 1.30 hora local (00.30 GMT) lanzamos la operación", dijo el dirigente rebelde.
Al Atiri agregó que tendieron una emboscada a Al Islam en la región de Remila, en la que interceptaron dos vehículos todoterreno en uno de los cuales viajaba el hijo del dictador.
"Detuvimos a todos los pasajeros e hicimos todo lo posible para asegurar su seguridad", agregó Al Atiri, que participó en una rueda conjunta con el primer ministro interino Abderrahim al Kib, que anunció oficialmente la captura de Saif al Islam y garantizó que tendría un juicio justo.