La redacción del semanario Charlie Hebdo publicaba este miércoles un número especial, en el que ironizaba sobre el auge del islamismo tras la Primavera árabe. En su portada, aparecía Mahoma como "jefe de redacción", que decía "100 latigazos si no te mueres de risa". La publicación empleaba su tono satírico para tratar, en clave de humor, el peligro de implantar la sharía en países como Libia, y llamaron al ejemplar "Charia Hebdo", para resaltarlo.
Pero, alrededor de la una de la mañana, lanzaron cócteles molotov contra la redacción en París, y "todo ha quedado destruido", según ha dicho a AFP el médico de urgencias y cronista Patrick Pelloux. El director de la publicación y dibujante Charb, ha asegurado que el incendio está directamente "vinculado" con la publicación de este número especial, apoyándose en amenazas anteriormente recibidas: "En Twitter, en Facebook, recibimos muchas cartas de protestas, de amenazas, de insultos", reveló.
El dibujante aseguró a la cadena France 24 que "hemos propuesto a Mahoma convertirse en nuestro redactor jefe para ofrecer nuestro punto de vista tras la victoria del partido islamista Ennahda en Túnez. Y esta portaba ya era conocida en internet antes de que saliera publicada hoy. Recibimos amenazas telefónicas en los últimos días para no sacarla a la luz y esta pasada madrugada estas amenazas se han concretado con el lanzamiento de cócteles molotov que han destrozado todos los equipos y que inutilizan la redacción para seguir publicando nuestras informaciones".
El ataque no sólo ha destruido su sede física: también ha hecho estragos en la virtual. Durante toda la noche, su página web ha sido hackeada, y en lugar de las informaciones del semanario aparecían textos en árabe con amenazas a los "enemigos del islam". Ahora mismo, la página está fuera de servicio.
Este fue uno de los diarios que en 2006 ya recibió amenazas por publicar las caricaturas de Mahoma, e incluso tuvo que comparecer ante la justicia tras la denuncia de organizaciones radicales islámicas, que tacharon las caricaturas de 'injuriosas'. Charlie Hebdo apoyó al diario danés que también publicó las imágenes, y ambos fueron exculpados. El semanario siempre ha mantenido un tono satírico, que no hacía distinciones entre religiones, mofándose por igual de Benedicto XVI, de Mahoma, tratando de derribar tabúes religiosos.