Desde el principio, la implicación de Francia en la guerra de Libia ha sido mayúscula. Sus diplomáticos y ministros han tenido reuniones secretas con las diversas facciones desde los inicios del conflicto, y además tomaron la delantera militar en los primeros pasos de la misión de la OTAN en el espacio aéreo libio. En cierto modo, Francia ha estado 'moldeando' el conflicto desde el principio.
Ahora, cuando la batalla parece estar llegando a su punto final, Liberation ha desvelado –o confirmado- cuál era el objetivo final de Francia en las negociaciones. El Consejo Nacional de Transición ha prometido al país galo que le entregará el 35% de los nuevos contratos petroleros que se firmen tras la caída de Gadafi. El diario ha tenido acceso a una misiva del ministro de asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, que confirma esta información. La misiva data del 3 de abril de este mismo año, sólo 17 días después de la resolución de la ONU sobre la ayuda a los rebeldes libios.
A cambio, ellos conseguirán de Francia "apoyo total y permanente" a la CNT. Si finalmente este acuerdo se lleva a término, como todo parece indicar, Italia quedará desplazada como primer comprador del ‘oro negro’ libio.
Juppé ha tratado de dotar al acuerdo de un halo de "informalidad", afirmando que no estaba del todo cerrado, y que era lógico que la CNT quisiera que "en la reconstrucción de Libia participen principalmente quienes apoyaron la revuelta. A mí me parece bastante lógico y justo", aseguró el responsable de exteriores galo. El número uno del Consejo Nacional de Transición, Moustapha Abdeljalil informó que "los Estados se verían recompensados según fuera el apoyo que han dado a los insurgentes".