Vladimir Putin nos tiene acostumbrados ya a una peculiar visión de sí mismo y de su imagen pública, pero pese a ello no deja de sorprendernos y el inicio de su campaña de cara a las presidenciales es un inmejorable ejemplo de ello: lo ha hecho subido en un enorme triciclo y en una concentración de moteros con estética de "ángeles del infierno".
Tan sólo unas horas después de hacerse público que las elecciones presidenciales tendrán lugar en diciembre Putin se desplazó a Novorossiysk, una ciudad en el Mar Negro, donde se unió al Club Lobos Nocturnos en el 16º festival motero de la ciudad.
Putin lideró la caravana de los motoristas y luego se dirigió a la audiencia desde el escenario: un navío de guerra modificado. Allí les dijo frases como: "No sólo os divertís con las motocicletas, lo que está muy bien, sino que combináis esta diversión con actos patrióticos que son muy necesarios para nuestro pueblo y nuestro país".
La escena ha encontrado espacio en múltiples medios en la red, desde la BBC que lo califica como un "maniobra de política-macho" hasta The First Post, que habla de "el último acto de hombre duro de Putin".