Asif Ali Zardari – Presidente
La principal credencial de Asif Ali Zardari no es su larga militancia en el Partido Popular de Pakistán (PPP), sino ser el viudo de Benazir Bhutto, con la que estuvo casado durante 20 años.
Aunque justo es decir que en la zona es habitual que los partidos políticos funcionen asociados a una familia, el PPP no es ni de lejos una excepción: tras el liderazgo de varios lustros de Bhutto será su hijo el que "herede" el partido que a su vez ella había recibido de Shaheed Zulfkar Ali Bhutto, su padre.
La carrera política de Ali Zardari se complicó sobremanera en el año 90, cuando fue acusado por diversas causas de corrupción, incluso se le acusó de atar una bomba por control remoto a la pierna de un hombre de negocios para obligarle a retirar dinero de su cuenta para pagar una deuda.
Llegó incluso a estar en la cárcel, de la que saldría directamente para ser nombrado ministro en 1993. Pero estas acusaciones (que nunca llegaron a probarse) no eran nada en comparación con la acusación que se le hizo en 1996: haber asesinado al hermano de su mujer, Murtaza Bhutto.
Llegó a la presidencia después de otro asesinato político, el de su mujer en diciembre de 2007 y de la convulsa cadena de acontecimientos que llevó a la dimisión de Musharraf.
Yousaf Raza Gillani – Primer Ministro
Miembro también del PPP de los Bhutto, Yousaf Raza Gillani es un político de 58 años que, por supuesto, también ha pasado por la cárcel por cargos de corrupción. Como es norma en Pakistán su familia ha sido poderosa e influyente durante toda la historia del país.
Se le considera un defensor de la democracia por su oposición a la toma del poder de Musharraf, y hay sectores del país que esperan de él que recupere parte del poder legal que en estos momentos está en manos de otras instancias como el ejército.
El PPP, por cierto, es a pesar de lo que podría darnos a entender su nombre un partido de izquierdas y musulmán militante, de hecho sus cuatro principios de base no pueden ser más claros al respecto:
- El Islam es nuestra fe.
- La democracia es nuestro sistema político.
- El socialismo es nuestro sistema económico.
- Todo el poder para el pueblo.
Sus posiciones, en cualquier caso, serían ahora más parecidas a lo que en Europa se podría entender como un partido socialdemócrata, aunque con peculiaridades específicas de la zona como haber apoyado activamente el surgimiento de los talibanes afganos.
Ahmad Shuja Pasha – Director General del ISI
El teniente general Ahmad Shuja Pasha fue nombrado director general de los servicios secretos pakistaníes, los temidos ISI, tras la caída de Musharraf en 2008 y tras muchas presiones estadounidenses para relevar a su antecesor, Nadeem Taj, que era obviamente un hombre de Musharraf.
Shuja Pasha es un reputado soldado que lideró buena parte de las operaciones militares contraterroristas en zonas como el valle de Swat, por lo que su nombramiento fue considerado como continuista en esta área.
Sin embargo, su relación con el terrorismo ha sido conflictiva pero en otro sentido: se le ha acusado de haberse reunido con el cabecilla de los atentados de Bombay incluso de haberle proporcionado fondos que sirvieron para la preparación de los ataques.
Pervez Musharraf – Ex presidente
Militar de larga carrera, era el jefe del ejército cuando en 1999 dio un golpe de estado sin víctimas con el que pretendía, en teoría, llevar a Pakistán "una verdadera democracia, ley y orden". Pese a convertirse en uno de los gobernantes que más tiempo ha pasado en el poder en su país no puede decirse que lograse plenamente ninguno de sus tres propósitos.
Su presidencia se vio marcada por varios factores y acontecimientos. El primero de ellos fue sin duda los atentados del 11S y la guerra contra el terror emprendida por Estados Unidos, que llevaron a Pakistán a la primera línea de la política internacional.
Su posicionamiento junto a EEUU le procuró una fortísima contestación interna en una sociedad con muchos lazos y no poca simpatía tanto con los talibanes afganos como con la propia Al Qaeda.
Abandonó la presidencia en 2008, después de haber ganado un nuevo mandato presidencial de 5 años en 2007, pero cuando iba a ser depuesto por el poder legislativo surgido de las elecciones de ese mismo año y tras una dura batalla legal para poder presentarse.
Recientemente ha anunciado que está formando un partido político nuevo con el que concurrirá a las próximas elecciones generales, previstas para el año 2013.
Iftikhar Muhammad Chaudhry – Presidente del Tribunal Supremo
Elevado a su cargo en el Supremo pakistaní por Musharraf y destituido por el propio presidente dos años después, cuando el juez se opuso a las maniobras de éste para presentarse a la reelección.
Pese a que el militar invocó dos artículos de la Constitución del país para justificar su decisión se produjo una fuerte reacción popular denominada Movimiento de los abogados, pidiendo que se le reintegrase a su puesto y considerando las acciones de Musharraf como un ataque deliberado a la independencia del poder judicial y a la democracia.
Este movimiento fue uno de los factores decisivos en la caída del presidente y, de hecho, la primera decisión de Raza Gillani como jefe del Ejecutivo en marzo de 2008 fue levantar el arresto domiciliario al que había sido sometido el juez.
Sin embargo, no fue hasta más de un año después, en marzo de 2009, cuando obligado por las manifestaciones (una marcha con centenares de miles de personas se acercaba a Islamabad) el Gobierno devolvió a Iftikhar Muhammad Chaudhry a su puesto como Presidente del Supremo.
Ashfaq Parvez Kayani – Jefe del Ejército
Kayani llego al más alto puesto en la milicia de su país para suceder a Musharraf después de que éste compatibilizara durante años la jefatura del Estado con el control del ejército.
Se le ha llamado el "hombre tranquilo" de Pakistán ya que durante su carrera militar ha sabido unir al mismo tiempo la fama de ser capaz de solucionar cualquier problema con un perfil no excesivamente ambicioso, al menos aparentemente.
Sin embargo, esta aparente falta de ambición no se corresponde con su trayectoria en la milicia, que ha sido poco menos que fulgurante. Dos factores extra pudieron pesar en su elección como número uno del ejército tras la renuncia de Musharraf: haber estudiado en Estados Unidos, el gran aliado; y el hecho de que nunca fue considerado un hombre excesivamente cercano a su antecesor.
Antes de ser nombrado máximo responsable de la milicia Kayani completó su currículum actuando como director del poderoso ISI. Sin embargo, nunca antes un ex director de los servicios secretos había sido elevado a la máxima responsabilidad en el ejército.
Como curiosidad citaremos que Kayani es un apasionado del golf y, de hecho, es presidente de la Asociación del Golf de Pakistán.