El Gobierno negó y sigue negando por activa y por pasiva haber pagado rescate alguno por la liberación del atunero vasco Alakrana. Este martes la Audiencia Nacional asegura, en la sentencia donde condena a 439 años de prisión a los dos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias 'Abdu Willy', y Raageggesey Hassan Aji, que "sin duda alguna no ha sido la empresa armadora sino organismos públicos vinculados al Gobierno español quienes han satisfecho la cantidad que se ha abonado por la liberación de los tripulantes y el propio pesquero". Es decir, que la Justicia sentencia que fue el Ejecutivo el que pagó el rescate del buque.
El tribunal, presidido por la magistrada Ángela Murillo, llega a esta conclusión "como resultado de la prueba practicada en el acto del juicio" y tras tachar de "innecesaria" la solicitud de incluir en la causa los documentos clasificados del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre el pago del dinero ofrecido por la liberación del barco, como habían solicitado los abogados de los piratas.
La sentencia, con ponencia de la magistrada Carmen Paloma González, condena a los dos piratas a dos años de cárcel por la comisión un delito de asociación ilícita, a 396 por 36 delitos de detención ilegal (11 años por cada marinero retenido), a cinco años por robo con violencia y a 36 años por otros tantos delitos contra la integridad moral (a razón de un año de prisión cada uno). En total, 439 años de cárcel para cada uno de ellos y el pago de una indemnización de 100.000 euros a cada tripulante por los daños morales que recibieron durante el periodo de cautiverio y de otros 2.500 euros por el dinero y efectos de los que se apropiaron los somalíes.
Constantes maltratos
Además, la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional narra de forma detallada las constantes vejaciones y maltratos que sufrió la tripulación del Alakrana durante los 47 días de secuestro en aguas del océano Índico. En este sentido, el tribunal señala que el testimonio de los marineros ha sido la "prueba más contundente y directa" que les ha llevado a condenar a los piratas.
"Los miembros de la tripulación española en las largas sesiones del juicio oral narraron, de viva voz, con la emoción propia de tener que recordar un período de tiempo que quisieran olvidar, no sólo el hecho de tener que ser privados de libertad durante 47 días, sino la sensación de carecer de valor, las vejaciones constantes de las han sido objeto, y las frecuentes secuencias en las que sus captores aprovechaban para infundirles miedo a perder la vida, mientras se jactaban de sus temblores y sus miedos", reza la resolución judicial.
La sentencia, que considera "de todo punto increíble" la versión aportada por los acusados para explicar su presencia en el 'Alakrana' –alegaron ser pescadores-, destaca que los 36 tripulantes estuvieron sometidos a "un palpable riesgo de perder sus vidas" a raíz de la detención de los piratas ahora condenados.
Así, la ponente indica que el arresto de 'Abdu Willy' y Raageggesey Hassan Aji provocó que aumentaran "las formas de intimidación hacia la tripulación", entre las que destaca "un simulacro de fusilamiento" que desencadenó "pánico" e incluso "la descomposición de los organismos" de los marineros.
El negociador: "un tal Pepe"
Sobre el pago del rescate, los magistrados sostienen que "a los dos o tres días" de que se produjera el secuestro, "llegó a Nairobi un tal Pepe, persona de unos 45 años de edad, de aspecto español, buen conversador, que aparentaba tener soltura en estas cuestiones" que comenzó a tener conversaciones "telefónicas" con los piratas. Según el tribunal, Pepe le hizo ver a los bucaneros la imposibilidad de que 'Abdu Willy', y Raageggesey Hassan Aji, fueran puestos en libertad una vez que ya habían sido capturados por la fragata Canarias –coordinada por la OTAN-, por lo que "las negociaciones se centraron en el aspecto económico".
"Llegados a un acuerdo sobre la cantidad inicialmente exigida ( los piratas pidieron en un primer momento 10 millones de dólares) el 17 de noviembre de 2009 acudieron al pesquero unos 30 ó 40 secuestradores, además de los 20 que solían estar en al embarcación diariamente, a la espera de la recepción de la cantidad negociada, que fue arrojada, desde una avioneta, en el interior de dos cilindros que cayeron al mar junto al pesquero y que inmediatamente fueron recogidos por los asaltantes quienes, acto seguido, empezaron a abandonar el pesquero", de esta forma relata el tribunal el momento del rescate.
Por último, la sentencia absuelve a los acusados de los delitos de terrorismo, integración en banda armada, lesiones y torturas, que eran imputados por las acusaciones particulares ejercidas por cuatro de los marineros del Alakrana.