Los Kirchner cierran la operadora propiedad del grupo Clarín
El Gobierno argentino ha anunciado que cancela la licencia para ofrecer acceso a internet a Fibertel, propiedad del mayor grupo multimedia del país, Clarín, que se ha destacado por su oposición al Ejecutivo de los Kirchner.
La medida fue aplicada con la excusa de que Fibertel traspasó "unilateralmente" y "sin la debida autorización previa" sus servicios a Cablevisión, cuando se fusionaron ambas empresas controladas por el grupo Clarín, dijo el ministro de Planificación, Julio De Vido, al hacer el anuncio.
De Vido señaló en rueda de prensa que se ha dispuesto un plazo de 90 días para que los clientes de Fibertel "migren" a otras compañías proveedoras del servicio de internet y de transmisión de datos en el mercado argentino, que en conjunto reúne a unos cuatro millones de usuarios, según cálculos de consultoras privadas.
Indicó además que el Gobierno comenzó una investigación con vistas a determinar si corresponde hacer denuncias penales contra Fibertel y Cablevisión por "desobediencia" e "incumplimientos" de normativas vigentes.
El ministro aseguró que Fibertel "ya no existe más" desde que se fusionó con Cablevisión, la mayor empresa de televisión por cable del país. "Desde el 15 de enero pasado, Cablevisión ha venido utilizando por decisión propia la licencia de Fibertel, cosa a la que no estaba autorizada", aseguró el ministro.
Una presión más contra el grupo Clarín por criticar a los Kirchner
En los últimos años, el grupo Clarín, editor del diario homónimo, denuncia que es blanco de presiones de parte del Gobierno de Cristina Fernández, con el que además libra una batalla judicial por fusiones y transferencias accionariales entre sus empresas.
Los enfrentamientos del Gobierno con Clarín se agudizaron a finales de 2009, con la promulgación de una nueva ley de medios audiovisuales que es rechazada por grupos multimedia y por la Sociedad Interamericana de Prensa.
El Gobierno de Fernández mantiene una tensa relación con la prensa, a la que suele criticar con dureza, como también ha ocurrido durante la gestión del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la actual mandataria.
La excusa
Cablevisión absorbió a Fibertel en 2002 por medio de un traspaso de acciones que fue aprobado por la Inspección General de Justicia, organismo de control de la personalidad jurídica de las sociedades privadas que a juicio del grupo Clarín es el único competente en ese tipo de operaciones.
En septiembre de 2006, Cablevisión anunció su fusión con su competidora Multicanal, con lo cual pasó a ser la mayor operadora de televisión por cable, pero esta operación es motivo de una disputa con el Gobierno que se dirime en los tribunales.
Fibertel "es una empresa que se disolvió en el marco de una fusión que el Estado no aprobó", puntualizó De Vido al insistir en que Cablevisión "usurpó" la licencia de la operadora de internet, que en su web declara dar ese servicio a poco más de un millón de clientes.
Las otras dos grandes operadoras de internet en el país son Speedy, controlada por Telefónica de Argentina, del español grupo Telefónica, y Arnet, subsidiaria de Telecom Argentina, en manos de una sociedad entre Telecom Italia y el consorcio argentino Werthein. En Argentina hay cuatro millones de abonados a servicios de internet, de los cuales el 38 por ciento lo hace por banda ancha, según consultoras del sector de telecomunicaciones
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