Los informáticos exigen en la calle que se les reconozca académica y profesionalmente

LD (EFE) Según la Asociación Nacional de Estudiantes de Ingeniería Informática (RITSI), en la manifestación celebrada frente al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, se han concentrado entre 5.000 y 10.000 personas.

Los organizadores han explicado a EFE que los motivos de la convocatoria están en la ausencia de respuestas satisfactorias, por parte de los ministerios implicados (Industria, Economía y Hacienda y Ciencia e Innovación), a las reivindicaciones del sector.

Los estudiantes han pedido que el Ministerio de Ciencia e Innovación elabore una ficha de directrices específicas para las titulaciones de Ingeniería Informática, en las mismas condiciones que el resto de ingenierías, y en un plazo inferior a tres meses.

Por su parte, el Consejo de Colegios de Ingenieros en Informática, que ha apoyado la movilización, ha instado al Gobierno a regular esta profesión para que la Ley promueva la responsabilidad profesional y evite el intrusismo. "Los fallos informáticos en aeropuertos, hospitales o en los sistemas que vigilan a maltratadores provocan molestias, e incluso, la muerte de ciudadanos" ha señalado el secretario general del Consejo, Jacinto Canales, quien también ha declarado que "en estos casos, debe haber un responsable profesional que pague por ello".

Canales ha añadido que el Gobierno incumple la ley al no crear el Consejo General de Ingenierías Informáticas, que agrupa a los once colegios profesionales de ingenieros en informática y los nueve de ingenieros técnicos, regulados por los parlamentos autonómicos.

En el manifiesto, los organizadores han solicitado la creación de una Secretaría de Estado de Informática y el respeto a una profesión "fundamental para la construcción de la sociedad de la información", con más de 215.000 afectados, entre titulados y estudiantes, y con un sector que representa el 1,6 por ciento del PIB.

En declaraciones a EFE, el portavoz de RITSI, Luis San Juan, ha denunciado la situación de abandono y desprecio por parte de los poderes públicos desde hace más de 30 años.