Llega a las tiendas el polémico 'Dragon Age 2'
Tras un año de continuo bombardeo de pantallazos e ilustraciones, llega finalmente la secuela del exitoso RPG de Bioware Dragon Age: Origins.
Dragon Age 2, como su predecesor, se nos plantea como un RPG a la vieja usanza, siguiendo la estela del anterior título de la saga, y tomándole el pulso para seguir desarrollando el nuevo mundo que ya pudimos contemplar en Origins. No en vano, Dragon Age es una marca original de la casa Bioware, para el cual incluso ya han creado sendas novelas, juegos de rol y todo un trasfondo de lore para todo aquel que no quiera ampliar la experiencia Dragon Age más allá de su PC o de su consola.
Ahora bien, donde DAO apostaba por la creación personalizada del personaje del jugador, permitiéndole elegir entre 6 orígenes distintos (de ahí el Origins de esta primera parte), y metiéndole de lleno en medio de una guerra civil y la invasión de unas criaturas de las profundidades, conocidas como Engendros Tenebrosos, la secuela se centra en un único personaje, al cual encarnaremos: Garret Hawke.
Al hilo de la historia de su predecesor, DA2 nos embarca en viaje épico a través del cual Hawke pasa de ser un refugiado de la guerra a un campeón, que cambiará el curso de la historia, liderando ejércitos y, al igual que pasaba en DAO, tomando decisiones que afectarán directamente al mundo que nos rodea y la trama en la que nos embarcamos.
Sin embargo, DA2 no llega a los mercados exento de polémica. Desde que en primavera de 2010, Bioware hiciera público el desarrollo de esta segunda parte y su trasfondo, la mayor parte de los fans tomó posiciones claras o a favor o en contra de ella. Por un lado, los incondicionales a Bioware abogaban por darles el voto a favor; frente a los descontentos que temían que el espíritu original de DAO, basado precisamente en crear un personaje a medida y gusto del jugador, se perdiera en favor de un tipo de juego centrado en un único personaje prediseñado, una práctica muy común en los RPG a la hora de diseñar un trasfondo.
Al margen de cualquier tipo de disputa filosófica, para ir abriendo boca, Bioware sacó la última semana de febrero la demo jugable, que podéis descargar de del sitio oficial y que ya hemos probado.
Y ciertamente, existen muchos puntos a favor de esta secuela. Los gráficos, aunque no sean precisamente impresionantes y sean muy criticables al no innovar respecto a la anterior entrega, siguen siendo fieles al mundo creado, pero sin ninguna sorpresa nueva. De nuevo la ambientación, el modelado de personajes, la ropa y los diseños de exteriores reflejan muy bien la fantasía oscura y la atmósfera gótico-medieval que se respira en el universo de Dragon Age.
Para compensar estas deficiencias, lo que sí encontramos es una espectacularidad tremenda, independientemente de la clase del personaje que elijamos jugar, un amplio árbol de habilidades para personalizar gradualmente como se defenderá nuestro Hawke en el mundo que habrá de conquistar. Con todo ello podemos decir que aunque Dragon Age 2 se aleje del espíritu de DAO y no haya muchas novedades, también será un título interesante y a tener en cuenta para este año, independientemente de si lo adquieres para PC, PS3 o X-Box.
Desarrollado por Bioware y distribuido por Electronic Arts, Dragon Age 2 ya está con una calificación PEGI +18 y a un precio de 49,99 euros en PC y 68,99 euros en videoconsolas.
Relacionado
En Tecnociencia
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura