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Sinde, la peor ministra de Cultura de la democracia

La sentencia de la Audiencia que tumba el canon ha sido la puntilla para la fulgurante carrera de Sinde en Cultura.

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La sentencia de la Audiencia que tumba el canon ha sido la puntilla para la fulgurante carrera de Sinde en Cultura.

Los pronósticos de César Antonio Molina, su predecesor en el Ministerio de Cultura, finalmente no se cumplieron. Un dolido ex ministro declaró tras ser sustituido por Ángeles González Sinde que fue relevado en pro de "la paridad y el glamour". Parecía apuntar a un mero gesto cosmético, con una ministra escogida nada más que por su imagen y por su pertenencia a un gremio muy próximo a Zapatero. Pero Molina se equivocaba: la gestión de Sinde en sus dos años al frente del Ministerio ha sido muy intensa... para mal.

La guionista y ex directora de la Academia de Cine llegó al Gobierno cuando ya estaba aprobado el canon digital. Enseguida se convirtió en su principal defensora después de que tras dos años en vigor –fue aprobado en diciembre de 2007– se hubieran acumulado las denuncias y las firmas en su contra. Lejos de rectificar una recaudación a todas luces injusta, Sinde insistió en defenderlo, por lo que la sentencia conocida este jueves, que se suma a la que dictó Estrasburgo contra la misma norma, se ha convertido en un nuevo revés para su ministerio.

Es el colofón a otra polémica relacionada con los derechos de autor que ha durado meses: la que rodeó a la ley antidescargas, rebautizada como Ley Sinde en honor de la guionista de Mentiras y Gordas. La ministra hizo bandera de la lucha contra las páginas con enlaces P2P y al poco tiempo de su llegada al poder se incluyó en la Ley de Economía Sostenible la posibilidad de cerrar páginas web que enlazaran a sitios de descargas sin fuera necesaria la intervención de ningún juez.

Tras un año de movilizaciones y protestas, la norma llegó al Congreso en diciembre de 2010 y fue tumbada por la oposición. Las negociaciones de última hora no le sirvieron al PSOE para salvar un texto que era rechazado por una amplísima mayoría de ciudadanos. Muchos vieron en este fracaso la tumba política de Sinde. Ella se apresuró a desmentirlo de malos modos y vaticinó que la norma sería rescatada en el Senado. Así ocurrió tras unos mínimos cambios, merced al apoyo prestado por el responsable de Cultura del PP, José María Lassalle.

La ley Sinde disparó su impopularidad entre los ciudadanos y también entre su propio gremio. La norma reveló sus diferencias con quien tendría que haber sido su mayor aliado, el representante del gremio de actores y directores. Álex de la Iglesia discrepó públicamente con la ministra, se acercó a las posturas de los internautas y finalmente anunció que iba a dejar el cargo cuando faltaban pocos días de la gala de los Goya. La ministra maniobró entonces para que el director se fuera antes del acto pero fracasó en el intento y tuvo que forzar su sonrisa sobre la alfombra roja junto al director, que hizo un demoledor último discurso como director de la Academia.

Pero el director no ha sido el único ex compañero al que ha tenido enfrente en estos años. Un asunto heredado de la ex ministra Carmen Calvo despertó polvareda entre productores y directores: la Ley del Cine. El motivo era el desacuerdo de buena parte del sector de los criterios del ministerio para conceder las ayudas. En su opinión, discriminaban a las películas pequeñas, a las que, lamentaban, se le exigían un número de espectadores demasiado elevado para acceder a las subvenciones. Dicen que en las reuniones entre la ministra y los representantes del sector no fue precisamente un encuentro entre amigos.

En el interior del Ministerio también ha tenido conflictos. Al poco de acceder al cargo, Sinde nombró como director de Cinematografía a Ignasi Guardans, hasta entonces eurodiputado de CiU. Guardans se congratulaba en su momento con el cargo y llamaba "amiga" a su jefa pero dos años después la relación había pasado al extremo contrario. En octubre fue destituido de forma fulminante y a los pocos días llegaron las acusaciones: el antaño mano derecha de la ministra dijo que su salida del Ministerio se debió a su pretensión de investigar un supuesto fraude en las ayudas al cine. Sinde le retó a acudir a los tribunales.

En otro ámbito de Cultura, el del baile, también ha habido polémica. Con Sinde en el cargo se produjo la marcha de Nacho Duato de la Compañía Nacional de Danza tras veinte años en el cargo. El afamado bailarín y coreógrafo lanzó duras críticas contra el Ministerio, al que acusó de no respetar a los artistas. Desde Rusia, donde dirige el Ballet del Teatro Mijáilovsky, ha continuado atacando a la ministra, a cuyo departamento acusa de "vetarle" y de pretender utilizar sus coreografías sin permiso.

El sector del libro tampoco se libra. La ex directora de la Biblioteca Nacional, Milagros del Corral, dejó el cargo en mayo de 2010 después de que Cultura rebajara su rango, suprimiendo la dirección general del organismo y la sustituyera por una subdirección general. Del Corral, en el cargo desde septiembre de 2007, se sumaba así a la lista de "purgados" en el Ministerio.

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