Muy buenas, a un nivel muy profesional. Sobre todo la de no usar redes públicas (si estás fuera de casa, no tienes más remedio que usar la Wi-Fi de un bar, a menos que quieras arriesgarte a meter la contraseña del correo en el ordenador infectado de un ciber), o la de escanear las tarjetas (de todos es sabido que la cámara de fotos coge virus si fotografías a una persona enferma, y luego se lo pega al tablet por la tarjeta cuando vas a subir las fotos a Facebook).
Desde luego, ESET me ha decepcionado profundamente con este decálogo. Pero claro, hay que intentar colar como nota de prensa una recomendación de que compremos su antivirus, ¿verdad?