Presentar Icloud no era la única cita importante de esta semana para el consejero delegado de Apple, Steve Jobs. Al día siguiente, el martes, acudió al pleno del ayuntamiento de la ciudad californiana de Cupertino para informar sobre los planes de construcción de la nueva sede de Apple, diseñada por Norman Foster.
Recibido con aplausos por el público asistente al pleno, Jobs ha asegurado que el edificio acogerá a los 12.000 trabajadores que ahora están distribuidos en varios edificios a unas pocas manzanas del nuevo emplazamiento. Según Jobs, tendrá un aspecto parecido a "una nave espacial", aunque recuerda más al Pentágono, pero circular. Entre las mejoras se incluye una sala de presentaciones para no tener que irse a San Francisco cada vez que quieren hacer un anuncio.
La superficie del terreno ronda los 607.028 metros cuadrados de los cuales un 80% estarán ajardinados gracias a que los aparcamientos serán subterráneos. La parcela ha sido comprada principalmente a Hewlett-Packard, la primera empresa en la que trabajó Jobs. Según el cofundador de Apple, será tan espectacular que los estudiantes de arquitectura viajarán para verla. Jobs asegura que han aprovechado la experiencia adquirida estos últimos años con la construcción de sus tiendas, entre otras cosas, con un diseño que no incluye un sólo cristal plano.
Como nota curiosa, una de las concejales aprovechó para intentar sacarle a Jobs una conexión wifi gratuita para los habitantes de Cupertino, pero el CEO le respondió que esa es labor del consistorio, que pueden hacer gracias a los impuestos que paga Apple. "Si dejamos de pagar impuestos podemos hablar", bromeó el empresario. También rechazó la posibilidad, sugerida por el alcalde, de poner una tienda de Apple en la ciudad al creer que no tendría éxito.