Dos israelíes, una mujer de 60 años y un policía, han muerto este domingo en un atentado con arma de fuego ocurrido en Jerusalén, en el que también perdió la vida el terrorista palestino por los disparos de las fuerzas de seguridad. Una portavoz del Hospital Hadasa Ein Karem de Jerusalén confirmó a Efe la muerte de la mujer, mientras que el diario digital israelí Ynet informa de que el policía también ha fallecido.
El palestino "disparó contra una estación de Policía en Jerusalén, los agentes respondieron en el lugar y persiguieron al atacante que iba en un vehículo", quien volvió a disparar en un segundo lugar, declaró a Efe el portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld, quien dijo: "el terrorista ha sido neutralizado".
Según la fuente, el atacante, de 39 años y vecino del barrio de Siluán, en Jerusalén Este, se acercó en un vehículo a un cruce de la carretera 1 de Jerusalén, demarcación entre este y oeste, donde se encontraban varias personas junto a una parada de tranvía. Allí disparó e hirió de gravedad a la mujer de 60 fallecida que se encontraba en un vehículo, yt que llegó con vida al hospital aunque en situación crítica.
Posteriormente, el terrorista se dio a la fuga y fue seguido por fuerzas de seguridad hasta un punto del barrio palestino de Sheij Jarraj, en Jerusalén Este. Cuando el agresor se percató, comenzó a disparar y le respondieron también con fuego los agentes, uno de los cuales resultó herido crítico y el otro grave. El atacante quedó herido y fue trasladado al hospital, donde se certificó su fallecimiento.
Efe pudo constatar intensos tiroteos en el lugar de los hechos, donde minutos después del suceso la zona fue acordonada y decenas de patrullas de la Policía y de los servicios de emergencia se desplazaron al lugar. Medios locales informaron de que en el ataque podría haber participado un segundo agresor, lo que no ha sido confirmado aún por ninguna fuente oficial.
Este ataque se produce un año después de que se iniciara una ola de violencia en la región, protagonizada principalmente por lo que la policía israelí llama "lobos solitarios". Como resultado han muerto 233 palestinos, en su mayoría agresores, y 36 israelíes, además de otras cuatro personas de otras nacionalidades, víctimas de ataques palestinos.