
El periodista Alfonso Rojo ha contado cómo ve la situación en Oriente Medio donde cubrió como reportero de guerra numerosos conflictos armados. Ha explicado que "partimos del supuesto de que lo que ocurre es consecuencia de unos pocos que son muy malos, que es un sector pequeño del Islam" pero "es mentira". Rojo ha asegurado que "si hubiese elecciones democráticas en el mundo islámico, ganarían los fanáticos".
De hecho, Alfonso Rojo señala que "se parte de una serie de mitos sin fundamento histórico, como que no se puede ganar la guerra allí". Rojo ha recordado que "los soviéticos lo hubieran controlado perfectamente si no hubieran intervenido los norteamericanos". Para Rojo "el problema que tiene el enfoque de occidente es que se piensa que se puede exportar la democracia allí".
"Pensar que puedes ir a Irak y que cuando vean las ventajas de un sistema democrático tras eliminar a un pequeño grupo de perversos asumirán las tesis democráticas no es verdad" porque "hay un factor que nadie nombra, el Islam". El periodista ha explicado que "una vez que decides no permanecer allí porque el coste es enorme, el futuro de Afganistán es una vuelta a lo que fue, dominio de los islámicos".
Ataque a la embajada española
Alfonso Rojo ha querido resaltar que no hubo fallo ni en el despliegue ni en la defensa de la embajada. "Un ataque suicida es difícil de parar". Sobre la confusión en relación a si los talibanes tenían como objetivo la embajada española ha puntualizado que "los talibanes seguramente no sepan qué atacaban exactamente sino que ellos identifican que era un objetivo occidental, esas distinciones sutiles entre españoles o belgas no las hacen, entramos en un paquete de conjunto".
Por otro lado, ha matizado que "los policías no son parte de ninguna operación militar" sino que "hay policías en todas las embajadas del mundo". Un puesto al que se llega voluntario y que "están muy bien remunerados, en el caso de Afganistán el sueldo es 8 veces el básico".
Por último, ha señalado la heroicidad del segundo policía muerto. "El primero muere en la explosión, pero el segundo está en el búnker y decide ponerse el chaleco, coger el fusil y salir a pelear".