Después de su calamitosa intervención en la campaña electoral catalana el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación ha retomado su habitual agenda diplomática, si bien en este terreno tampoco parece dispuesto a elevar en exceso el nivel de su desempeño.
Así, tras un nuevo vaivén en la posición española sobre la guerra de Siria, el departamento que dirige José Manuel García-Margallo emitió este martes un comunicado sobre "la escalada de violencia" en Israel.
Se trata de un texto breve, poco más de una decena de líneas, pero que en tan escaso espacio dibuja a la perfección un posicionamiento diplomáticamente incomprensible y moralmente despreciable. Para empezar, el encabezamiento habla de "Israel y Palestina" como si fueran entidades comparables, cosa que bien sabe el ministro Margallo que no es cierta.
Lo peor, sin embargo, no es la equiparación entre un país reconocido en todas las instancias internacionales y una entidad que está lejos de serlo, sino la equiparación entre los terroristas que mueren cuando las fuerzas del orden les interceptan en pleno atentado y las víctimas de esos atentados. Algo inconcebible en un país que, como España, ha sufrido tanto el terrorismo.
El comunicado habla de "escalada de violencia" o "sucesivos ataques", sin mencionar la palabra "atentado", sin hablar en ningún momento de "terrorismo" y sin establecer una mínima explicación de los hechos: nadie que lea el comunicado tendrá la más mínima de idea lo que está ocurriendo ni, por supuesto, de que estamos ante una ola de acciones terroristas.
El texto sigue con una llamada "a todas las partes a la contención", es decir, los policías y los soldados que defienden las vidas de civiles inocentes deberían, según Margallo, "contenerse" en la misma medida que los asesinos que atropellan a gente en una parada de autobús y después bajan a rematar a los supervivientes.
No contento con esto el comunicado pide que la ola terrorista consiga sus frutos políticos, ya que asegura que la violencia "evidencia que el statu quo es estéril e insostenible" y pide que se avance hacia la solución de dos estados. ¿Se imaginan lo que habría dicho Margallo ante un comunicado de un país democrático que tras un atentado de ETA hubiese dicho que la situación en el País Vasco era "estéril e insostenible"?
El comunicado, emitido este martes, ha recibido numerosas críticas en redes sociales y de instituciones como la asociación Acción y Comunicación en Oriente Medio, ACOM, que ha emitido su propio comunicado en el que habla de "verdadera indignación" ante la posición de Exteriores y su "lamentable equidistancia entre las víctimas israelíes y los palestinos abatidos por las fuerzas de seguridad durante la comisión de sus despreciables crímenes".