La policía de Turquía ha cargado este sábado con gases lacrimógenos y golpes de porra contra una muchedumbre que afluía a la plaza de Ankara donde ayer sábado se produjo el doble atentado suicida con el objetivo de honrar y depositar flores en recuerdo a los manifestantes que allí perdieron su vida. Las fuerzas de seguridad también han levantado barricadas en todas las calles que llevan a la explanada, según varias emisoras de radio locales, informa Efe.
Los agentes no han permitieron el paso a las delegaciones de varios partidos políticos y organizaciones cívicas que pretendían celebrar un acto conmemorativo en el lugar. Según un comunicado del partido de la izquierda pro-kurda HDP, cuarto en el Parlamento, la carga policial ha producido algunos heridos en la delegación política, en la que se encontraban también altos cargos del socialdemócrata CHP, el mayor de la oposición.
Tras unas negociaciones con otros miembros de la delegación, la policía finalmente ha abierto las barricadas y permitió el paso a algunos grupos para colocar flores. Aunque el Gobierno ha condenado el atentado, la masacre ha reavivado las tensiones entre grandes sectores de la izquierda y el partido islamista AKP, en el poder desde el año 2002, a tres semanas de la celebración de las elecciones generales anticipadas.
Este atentado es el mayor que ha sufrido Turquía a lo largo de su historia, aunque las cifras de víctimas difieren según las fuentes. El Gobierno de Ankara cifra actualmente en 95 muertos y 246 personas heridas las consecuencias del doble atentado suicida. Los partidos kurdos y la oposición no islamista elevan la cifra ahasta los 128 muertos. Dos altos responsables de las fuerzas de seguridad turcas han informado de que las pruebas iniciales apuntan al Estado Islámico como responsable del doble atentado, según recoge Europa Press.
Turquía ataca al PKK
Las Fuerzas Armadas turcas han lanzado nuevos ataques aéreos contra objetivos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de Turquía y el norte de Irak, un día después de que la guerrilla ordenase el fin de las acciones armadas. El Ejército ha informado en un comunicado de la destrucción de refugios y posiciones de disparo en las zonas iraquíes de Metina y Zap.
El PKK, que en julio reanudó sus atentados tras dos años de alto el fuego, ha ordenado a todos sus milicianos que interrumpan las acciones terroristas de cara a las elecciones parlamentarias, de tal forma que el 1 de noviembre puedan celebrarse unos comicios "justos".