La Inteligencia afgana ha confirmado este miércoles la muerte del líder de los talibán afganos, el mulá Omar, y ha zanjado así las especulaciones que se habían generado en torno a la actual situación de uno de los terroristas más buscados del mundo.
Medios de comunicación afganos y paquistaníes habían informado esta semana de que el mulá Omar, al que no se había visto en público desde 2001, llevaba dos años muerto. Fuentes gubernamentales afganas también habían confirmado este extremo a la BBC, aunque Kabul optó por la cautela como primera respuesta.
Sin embargo, un portavoz de la Dirección Nacional de Seguridad afgana -los servicios de Inteligencia-, Hasib Sediqi, ha dado por ciertas las informaciones, a través de un comunicado en el que ha asegurado que el líder talibán falleció en 2013 en un hospital paquistaní.
La Presidencia afgana también ha hecho pública otra nota para afirmar que, a partir de la "información creíble" facilitada por la Inteligencia, también "confirma que el mulá Mohamad Omar, líder de los talibán, falleció en abril de 2013 en Pakistán".
El Gobierno considera que, con el principal cabecilla ya desaparecido, la insurgencia puede estar más dispuesta a involucrarse en conversaciones de paz. En este sentido, ha llamado a "todos los grupos armados a aprovechar la oportunidad y unirse al proceso de paz".