Fuentes oficiales han confirmado la muerte este sábado de otros 312 residentes de la localidad iraquí de Kocho, en el norte del país, donde Estado Islámico mató ayer a 80 yazidíes y secuestró a las mujeres y los niños tras concluir un ultimátum de cinco días para que se convirtieran al Islam, según ha informado la cadena británica Sky News.
En total, más de 400 yazidíes fallecieron en el ataque en Kocho, población que ha sido prácticamente borrada del mapa. Los terroristas de Estado Islámico llegaron en vehículos todoterreno y procedieron a eliminar a la población ante la incapacidad de las fuerzas de seguridad para acceder inmediatamente al lugar. El grueso de los fallecidos murió hoy.
Se sospecha no obstante que los supervivientes podrían encontrarse en Tal Afar, cerca de Mosul, en manos del Estado Islámico, según informaron fuentes del Ministerio de los Peshmerga (en el Kurdistán Iraquí).