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El Vaticano apoyaría una "acción militar" en Irak: el concepto de "guerra justa"

La Iglesia trabaja para frenar el exterminio de las minorías por parte de los islamistas. Afirman que la intervención militar está justificada.

La Iglesia trabaja para frenar el exterminio de las minorías por parte de los islamistas. Afirman que la intervención militar está justificada.
Miembros del Estado Islámico pasean triunfantes | Vice News

Las atrocidades cometidas por el Estado Islámico en Irak en los últimos tiempos y la limpieza religiosa que están llevando a cabo contra los cristianos y los yazidíes ha obligado a una somnolienta comunidad internacional a reaccionar ante la barbarie llevada a cabo por los islamistas suníes.

Estados Unidos y otros países occidentales como Francia han dado un paso al frente para evitar que el Estado Islámico consume su objetivo. Sin embargo, las atrocidades de los islamistas siguen aumentando. Niños cristianos decapitados, yazidíes enterrados vivos y numerosas ejecuciones son solo algunas de sus prácticas de las que presumen orgullosos ante las cámaras.

En este sentido, EEUU ya ha iniciado bombardeos selectivos contra las posiciones de EI y que podrían ser secundados por otros estados en breve. Además, tanto norteamericanos como británicos están lanzando en aviones ayuda humanitaria para paliar una situación extrema.

Por su parte, el Vaticano está esforzándose para poner este conflicto en la primera línea mediática y el Papa ha pedido a Occidente que pare esta limpieza étnica y religiosa. Durante días, Francisco ha combinado estos mensajes de carácter socio-político con otros meramente religiosos en los que ha pedido reiteradamente a los católicos que recen por sus hermanos iraquíes.

Además, el Papa ha enviado a Irak a un emisario, al cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y que fue precisamente nuncio en este país durante la segunda guerra del Golfo.

Sin embargo, pese a estos llamamientos la Iglesia es consciente de la situación extrema que están viviendo los cristianos y otras minorías por lo que se ha dado apoyo a que se frene el avance islamista del Estado Islámico. Y es que Monseñor Silvano María Tomasi, observador en Ginebra de la Santa Sede ante la ONU y otros entes internacionales, ha reconocido en Radio Vaticano que "una acción militar en este momento quizá sea necesaria".

En su opinión, tal y como recoge la Agencia Zenit, "es evidente que se vuelve necesario defender también físicamente a los cristianos del norte de Irak, y abastecerles de agua y alimentos, porque hay también niños y ancianos que están muriendo por falta de ayuda humanitaria".

Ante la tesitura que se vive en Irak, el prelado insistió en que "es necesario actuar ahora" y de este modo ayudar "a decenas y decenas de miles de cristianos y de otras minorías de la Llanura de Nínive, que tuvieron que escaparse sin nada, solamente con los vestidos que tienen encima".

Igualmente, monseñor Tomasi pidió que "sean puestos al descubierto todos aquellos que dan armas y dinero a los fundamentalistas". Además, se felicitó de que algunos musulmanes "como el secretario general de la Organización de la Cooperación Islámica, haya condenado con tonos duros está persecución a cristianos inocentes y haya defendido su derecho de vivir en sus casas, como todos los ciudadanos de Irak o de Siria".

Doctrina de la "guerra justa"

Las declaraciones del observador de la Santa Sede apoyando la posibilidad de una "acción militar" para defender a las minorías pueden sorprender a muchos al provenir del entorno religioso. Sin embargo, es algo que se contempla en el propio Catecismo de la Iglesia Católica para casos como el que está sucediendo en Irak actualmente.

Estos hechos se enmarcarían en el término de "guerra justa" en el que deben darse una serie de condiciones antes de apoyar cualquier acción armada. La Iglesia siempre defenderá una vía pacífica salvo cuando esta sea inviable.

En este sentido, el artículo 2308 del Catecismo dice que "todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras. Sin embargo, 'mientras exista el riesgo de guerra y falte una autoridad internacional competente y provista de la fuerza correspondiente, una vez agotados todos los medios de acuerdo pacífico, no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa".

Por ello añade el texto de la Iglesia al respecto:

2309 Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:

Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.

Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.

Que se reúnan las condiciones serias de éxito.

Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.

Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la "guerra justa".

La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.

Para explicar los argumentos por los que la Iglesia apoya que se defienda a las minorías que están siendo exterminadas el artículo 2321 explica también que "la prohibición de causar la muerte no suprime el derecho de impedir que un injusto agresor cause daño. La legítima defensa es un deber grave para quien es responsable de la vida de otro o del bien común".

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