El Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, llamó hoy a los egipcios a una "intifada" (levantamiento popular) contra el Ejército y las nuevas autoridades de Egipto.
En un comunicado, el PLJ pidió que la comunidad internacional actúe de inmediato "para que no haya una nueva Siria en el mundo árabe", y elevó a 40 la cifra de muertos por los sucesos de esta madrugada junto a la sede de la Guardia Republicana.
Por el momento, fuentes médicas han cifrado en diez el número de fallecidos, si bien no hay un balance oficial de víctimas sobre los incidentes. Igualmente, se desconoce el motivo que ha provocado el suceso. El portavoz de la formación Gehad el Haddad ha denunciado a través de su perfil en Twitter que hay "centenares de heridos", al tiempo que ha hecho responsable al Ejército de lo sucedido. Asimismo, ha dicho que la operación ha tenido lugar durante el momento del rezo y ha subrayado que hay "muchos detenidos".
"El Ejército y la Policía disparan con fuego real. Su sed de sangre no se ha visto satisfecha tras asesinar a sangre fría a sus compatriotas", ha indicado. "¿Es barata nuestra sangre para nuestra Ejército? ¿De esto estáis orgullosos? ¿De que se mate a manifestantes pacíficos durante una sentada?", se ha preguntado.
"La sangre de estos mártires y de los que cayeron antes que ellos será una maldición eterna para el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el Ejército y la traidora Policía", ha remachado El Haddad. Asimismo, el Ejército ha aumentado su presencia en los alrededores de la plaza Tahrir, donde se concentran miles de detractores del expresidente Mohamed Mursi.
No obstante, el Ejército egipcio dijo que los enfrentamientos de hoy en los que murieron y resultaron heridas decenas de personas en El Cairo se produjeron tras el intento de "un grupo terrorista" de irrumpir en la sede de la Guardia Republicana.
En un comunicado, las Fuerzas Armadas señalaron que un oficial murió y seis policías resultaron heridos graves, mientras que anunciaron la detención de "200 agresores, que disponían de grandes cantidades de armas, municiones, armas blancas y cócteles molotov".
El Ejército suspendió el miércoles la Constitución y puso al presidente del Tribunal Constitucional al frente de la Presidencia. En consecuencia, el jueves el presidente del organismo, Adli Mansur, juró su cargo como presidente interino hasta la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias.
Desde entonces, decenas de personas han fallecido en enfrentamientos entre seguidores y detractores del exmandatario, mientras que la formación islamista ha acusado también a las fuerzas de seguridad de reprimir sus manifestaciones.