Baches, socavones y grietas imponen su ley en la RR14, una intransitable carretera para los estándares occidentales que une Bamako, la capital de Mali, con Koulikoro. Son apenas sesenta kilómetros en dirección noreste, pero se tardan casi dos horas y media en hacer el recorrido. Testigo privilegiado de ello es el río Níger, que acompaña durante todo el trayecto. Y es que la carretera serpentea siguiendo el cauce del tercer río por extensión de África.
A las afueras de esta ciudad de casi 50.000 habitantes se encuentra Boubacar Sada Sy, la instalación donde las Fuerzas Armadas españolas y sus aliados europeos fabrican los batallones del ejército de Mali que combaten contra los yihadistas en el norte del país. La amenaza ahora parece algo más lejana, pero hay que recordar que en diciembre de 2013 llegaron a situarse a las puertas de Bamako y amenazaban con convertir el país es un bastión yihadista en medio del Sahel.
Construcciones de ladrillo de dos o tres plantas constituyen ahora un centro de adiestramiento que podría ser la envidia de la mayoría de los países africanos. Se completa con un campo de tiro situado a ocho kilómetros, un área destinada a la instrucción de combate en zonas urbanas y varios campos de maniobras. Allí los soldados malienses adquieren las capacidades necesarias para operar por sí mismos y contribuir en un futuro a estabilizar y pacificar su propio país.
La misión europea EUTM Mali –España es el segundo país de la UE que más tropas aporta– se iba a prolongar inicialmente por un espacio de dos años, pero tanto europeos como las autoridades de Bamako han ido acordando la extensión de la misma. Hasta la fecha se han adiestrado a más de 9.000 militares malienses.
La formación de un batallón maliense tiene en la actualidad una duración aproximada de 12 semanas, aunque en los primeros programas de adiestramiento era de solo 10 semanas. Las dos primeras sirven para valorar la capacidad formativa de los nuevos alumnos y su nivel formativo. En las dos siguientes semanas, hasta completar el primer mes de instrucción, se lleva a cabo una instrucción militar general.
Comienza entonces una fase de cinco semanas en las que se da formación a los militares malienses según la especialidad que haya elegido o se le haya designado: infantería, unidades ligero-acorazadas, ingenieros, logística, tiradores de precisión, reconocimiento, control aéreo, primeros auxilios, transmisiones, desactivación de explosivos improvisados (IED), artillería y morteros, y operaciones especiales.
Tras este periodo, llegan dos semanas en las que se lleva a cabo un adiestramiento interarmas a nivel compañía y, por último, realizan durante la última semana un ejercicio final a nivel batallón para poner a prueba todo lo aprendido. Finalizado este periodo de instrucción, son enviados al norte del país, donde deben entrar en combate con los yihadistas y mantener la estabilidad en las áreas del país que se les ha designado.
Cada uno de los batallones malienses está organizado según la estructura de GTIA de la doctrina francesa (grupo táctico inter-armas). Está compuesto por 600 militares y están articulados en tres compañías de infantería, reforzadas con unidades de apoyo y sostenimiento (una plana mayor, un escuadrón ligero acorazado, una batería de artillería y una compañía logística; además de otros apoyos como una sección de operaciones especiales, una sección de ingenieros, tres equipos TACP y dos equipos EOD).
Además del entrenamiento militar propiamente dicho, se realiza un esfuerzo importante en la formación moral: cohesión, disciplina y ética en el combate. También se les da clases de derecho internacional humanitario.
Estas fases vienen precedidas de una dedicada exclusivamente a sus cuadros de mando para incrementar el nivel de los mismos. EUTM Mali participa con las escuelas militares malienses para apoyar y reforzar las capacidades en los principales cursos impartidos: curso de jefes de unidad, apoyo al curso de estado mayor en materias como topografía, conocimientos militares generales e inglés. Además de un curso de entrenadores para que en un futuro tengan personal para llevar de forma independiente el centro de adiestramiento.