Decenas de muertos en tres continentes. Éste es el balance que ha dejado el terrorismo islamista este viernes sangriento de Ramadán. Pasadas las 11 de la mañana llegaba desde Francia la noticia de que un islamista había decapitado a una persona en una pequeña localidad cercana a Lyon. Minutos después, dos terroristas irrumpían a tiros en un hotel en Túnez acabando con la vida de 39 personas. Más tarde un grupo de terroristas islamistas atentaban en una mezquita de Kuwait donde han perdido la vida 25 personas y más de 200 han resultado heridas. Finalmente, en Somalia, el grupo terroristas islámico Al Shabad atentaba contra un cuartel de la Misión de la Uníon Africana dejando decenas de muertos (se estima que, al menos, 30).
Francia
El primer sobresalto del día llegaba desde nuestro país vecino Francia, donde un asesino islamista decapitaba al gerente de su propia empresa junto a una instalación química situada en un polígono cerca de Lyon, en el este de Francia, y al menos otras dos resultaron heridas. El terrorista penetró sobre las 10:00 hora local en el lugar con un coche autorizado a superar los controles, decapitó a la víctima, jefe de la empresa de reparto donde él mismo trabajaba, cuya cabeza colgó en una de las vallas que protegen el lugar, la rodeó de pancartas reivindicativas y luego estrelló su vehículo a gran velocidad contra unas bombonas de gas.
Posteriormente, el sospechoso, identificado como Yasin Salhi, fue reducido por uno de los bomberos que acudió al lugar, antes de ser arrestado, según indicó el ministro francés del Interior. Aunque carece de antecedentes policiales, el arrestado, de 35 años, padre de tres hijos y residente en Saint-Priest, en los arrabales de Lyon, había sido vigilado por los servicios secretos franceses entre 2006 y 2008 por su radicalización salafista, agregó Cazeneuve. En ese año dejó de ser seguido por motivos que el ministro no precisó, aunque señaló que en ese periodo "no se identificó que participase en actividades de carácter terrorista".
Túnez
Poco después, dos terroristas irrumpían en el hotel Imperial Marhaba de la cadena española RIU en la localidad de Port El Kantaui, en Túnez, junto a la turística ciudad de Susa, una suerte de Benidorm tunecino. Se colaron por la parte de atrás haciéndose pasar por turistas y comenzaron a disparar a diestro y siniestro asesinando a 39 personas.
El primer ministro de Túnez, Habib Essid, ha confirmado este sábado que la mayoría de los 39 fallecidos eran británicos, lo que confirma la inminente subida de la actual cifra de cinco muertos confirmada por las autoridades británicas.
"No voy a dar cifras exactas. Hay fallecidos británicos, alemanes y belgas, pero la mayoría son británicos", explicó el primer ministro en declaraciones recogidas por la cadena británica BBC.
Kuwait
Más tarde, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) atentaba contra la mezquita chií del Imán Al Sadik, situada en el centro de la capital kuwaití, en el que perdieron la vida al menos 25 personas y 202 resultaron heridas. El ataque, lanzado por un terrorista que activó una bomba adosada a su cuerpo, sorprendió a los creyentes de esta rama del islam que participaban en la oración del mediodía del viernes, el principal rezo de la semana y el más concurrido entre los musulmanes, especialmente en el mes sagrado de Ramadán.
Somalia
En Somalia, los vecinos del municipio Lego, cercano a Mogadiscio, fueron testigos del brutal atentado que ha sufrido el cuartel de soldados burundeses de la Misión de la Unión Africana, donde han muerto decenas de uniformados. Las informaciones confirman que se trataba del grupo terrorista islámico Al Shabab que se ha atribuido la acción con un comunicado en el que asegura haber matado a al menos 50 soldados. Otros informes hablan de, al menos, 30. "Puedo ver cuerpos sin vida de soldados de AMISOM en las calles y también cuerpos de miembros de Al Shabab", dijo por teléfono Arahman Geele, residente en Lego.
Elevan la alerta en España
Después de los atentados se convocaba en España una reunión del pacto de Estado contra el terrorismo islamista que terminaba con el anuncio de que se elevaba el nivel de alerta antiterrorista hasta el nivel 4 de una escala de 5.
En esRadio, el Secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez atendía la llamada de En Casa de Herrero y recordaba que España, en tanto que parte de "esa comunidad internacional y parte de esos estados democráticos" tiene la obligación de estar "lo suficientemente preocupada para tomar las medidas necesarias que eviten que se puedan producir atentados como los que hemos sufrido hoy".
Ante la posibilidad de que los atentados estén conectados, Martínez ha destacado que "los atentados han sucedido en países próximos geográficamente, lo que se tiene en cuenta por parte de los servicios de inteligencia y la lucha contra el terrorismo porque, además, coincide con que se cumple el próximo lunes un año de la macabra proclamación del Califato por , Abu Bakr el Bagdadi" después de que tomara la ciudad de Mosul el 10 de junio de 2014. Todo esto hace, decía el secretario de Estado, que "no es que tengamos una amenaza concreta sobre España, pero no podemos estar al margen"
Por su parte, también en En Casa de Herrero, el analista y colaborador de Libertad Digital Florentino Portero destacaba que los atentados de Túnez y el de Francia sí parecen coordinados, ya que los terroristas "saben que si lo hacen de forma coordinada el impacto es muchísimo mayor, el número de muertos mucho más grave y los medios de comunicación hablan de ellos y generan miedo en la población y ésta presiona a sus gobiernos para que cedan a las presiones que los terroristas plantean".
Para Portero, se trata de uno de los principales dramas del terrorismo que el comportamiento de los gobiernos frente a los terroristas demuestran que el terrorismo funciona "por eso se practica", decía Portero.