Los manifestantes prorrusos atrincherados en la sede del Gobierno de la región ucraniana de Donetsk proclamaron hoy la independencia de esa zona rusoparlante y convocaron la celebración de un referéndum de adhesión a Rusia para el próximo 11 de mayo.
Tras anunciar la creación de la llamada República Popular de Donetsk en los límites de esa región fronteriza con Rusia, los manifestantes solicitaron ayuda a Moscú "para resistir ante la junta de Kiev".
Además, los prorrusos ya controlan cinco sedes administrativas del Estado en las tres principales ciudades del este rusoparlante ucraniano tras tomar hoy la oficina del Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU, antiguo KGB) en Járkov y la filial del Banco Nacional en Lugansk.
En Járkov, donde al menos 15 personas resultaron ayer heridasen enfrentamientos entre simpatizantes prorrusos y activistas del Euromaidán (como se conoce al movimiento popular que derrocó al presidente Víktor Yanukóvich), los manifestantes asaltaron y tomaron anoche la sede del Gobierno regional. "Nuestro objetivo es aguantar aquí 24 horas. Para entonces, llegarán refuerzos de Donetsk y Lugansk (los bastiones prorrusos en Ucrania). Ya hemos hablado con unos y otros", dijo a sus correligionarios uno de los líderes de la protesta, Yegor Logvínov, según medios locales.
Mientras, el gobernador de Járkov designado por Kiev, Ígor Baluta, calificó de "provocación" los enfrentamientos vividos ayer en la segunda ciudad del país. "No tengo ninguna duda de que el guión de este conflicto no se escribió ni en nuestra ciudad ni tampoco en nuestro país. Los acontecimientos en Donetsk y Lugansk no hacen más que confirmarlo", dijo Baluta en alusión a la "mano negra" de Moscú en los disturbios antigubernamentales en el este fronterizo con Rusia.
Los manifestantes prorrusos también se hicieron ayer con el control de las sedes del Gobierno regional de Donetsk y del SSU en Lugansk. En Donetsk, los activistas izaron banderas rusas sobre el edificio y exigieron la celebración de un referéndum local para la adhesión de la región a Rusia. El asalto de la sede administrativa, tercero en lo que va de mes, se produjo después de una manifestación prorrusa en la capital de la región minera, una de las más ricas del país y patria chica del depuesto Yanukóvich.
En Luganks, los asaltantes obligaron a las autoridades de la región a poner en libertad a seis de sus compañeros detenidos anteriormente por participar en las protestas contra las nuevas autoridades. Pese a lograr su principal exigencia, los activistas siguen en la sede del SSU y se preparan incluso para defenderse de las fuerzas del orden, según medios locales.
Las manifestaciones prorrusas y los asaltos a las sedes estatales en el este de Ucrania se repiten desde el vuelco de poder en Kiev a finales del pasado mes de febrero, algo que hace temer a las autoridades ucranianas la posibilidad de que pueda repetirse el escenario de Crimea.
En Járkov, donde al menos 15 personas resultaron ayer heridasen enfrentamientos entre simpatizantes prorrusos y activistas del Euromaidán (como se conoce al movimiento popular que derrocó al presidente Víktor Yanukóvich), los manifestantes asaltaron y tomaron anoche la sede del Gobierno regional. "Nuestro objetivo es aguantar aquí 24 horas. Para entonces, llegarán refuerzos de Donetsk y Lugansk (los bastiones prorrusos en Ucrania). Ya hemos hablado con unos y otros", dijo a sus correligionarios uno de los líderes de la protesta, Yegor Logvínov, según medios locales.
Mientras, el gobernador de Járkov designado por Kiev, Ígor Baluta, calificó de "provocación" los enfrentamientos vividos ayer en la segunda ciudad del país. "No tengo ninguna duda de que el guión de este conflicto no se escribió ni en nuestra ciudad ni tampoco en nuestro país. Los acontecimientos en Donetsk y Lugansk no hacen más que confirmarlo", dijo Baluta en alusión a la "mano negra" de Moscú en los disturbios antigubernamentales en el este fronterizo con Rusia.
Los manifestantes prorrusos también se hicieron ayer con el control de las sedes del Gobierno regional de Donetsk y del SSU en Lugansk. En Donetsk, los activistas izaron banderas rusas sobre el edificio y exigieron la celebración de un referéndum local para la adhesión de la región a Rusia. El asalto de la sede administrativa, tercero en lo que va de mes, se produjo después de una manifestación prorrusa en la capital de la región minera, una de las más ricas del país y patria chica del depuesto Yanukóvich.
En Luganks, los asaltantes obligaron a las autoridades de la región a poner en libertad a seis de sus compañeros detenidos anteriormente por participar en las protestas contra las nuevas autoridades. Pese a lograr su principal exigencia, los activistas siguen en la sede del SSU y se preparan incluso para defenderse de las fuerzas del orden, según medios locales.
Las manifestaciones prorrusas y los asaltos a las sedes estatales en el este de Ucrania se repiten desde el vuelco de poder en Kiev a finales del pasado mes de febrero, algo que hace temer a las autoridades ucranianas la posibilidad de que pueda repetirse el escenario de Crimea.