A pesar de ser uno de los países más pobres del mundo y en el que miles de personas se mueren de hambre, Corea del Norte ha presentado su nuevo proyecto, la Masik Pass Ski Resort, un capricho del dictador Kim Jong-un. En tan sólo diez meses de trabajo, el Ejército Popular de ese país ha construido una estación de esquí de lujo en el desfiladero de Masik en la ciudad de Wonsan.
Según informa The Guardian, el complejo, que se inaugurará este jueves, tendrá varias pistas de esquí además de un hotel, varios chalets de lujo, una tienda de equipos y una pista de aterrizaje de helicópteros. Y aún no está acabado del todo.
Pero su construcción tampoco se puede basar en la cantidad de norcoreanos aficionados a este deporte, ya que en una población de 24 millones de personas, tan sólo 5.500 podrían esquiar. Lo que corresponde a un 0,02 por ciento del país.
El dirigente pidió rapidez en su construcción, para así poder demostrar al mundo que no son un país tan pobre como se piensa, a pesar que desde hace años sufren una fuerte crisis económica permanente. Otra de las razones de la celeridad en el levantamiento de esta obra ha sido que el dictador quería disfrutar del deporte este mismo invierno.
El dictador esta totalmente convencido de su éxito, además cree firmemente que en unos años su país contará con algún campeón mundial en esta materia, pero lo más probable es que Masik sea la zona de recreo de la élite de la nación y el lugar de vacaciones de turistas excéntricos.